Los dioses, si existen, habitan los «intermundia» y no se preocupan de los asuntos humanos. Que lo disfruten con salud y aburrimiento. Lo importante es que los desahuciados están empezando a ser oidos en justicia. Es muy esperanzadora la implicación de los siete magníficos jueces o magistrados. Siempre hay buenos lectores de la Ley. Personalmente, lo de los desahucios me impresiona mucho. Va más allá de mi capacidad de comprensión…
Lola Fassía 24 octubre, 2012 en 13:26
Entre la marabunta, SIETE PERSONAS JUSTAS Y DIGNAS DE ELOGIO. Un cálido abrazo para ellos por traer un poco de luz a este panorama tan neeeegrooooo.
javier 24 octubre, 2012 en 13:41
Pues los representantes en la tierra, su filial en España y testaferros divinos, la Conferencia Episcopal o sus homólogos de otros cultos, no han dicho nada al respecto. Siguen emperrados en las cosas esas del sexo con procreación, el pecado del condón y el SI a la Vida.Es decir, los dioses no se dan por enterados. Es una buena iniciativa la de los magistrados pero muy a la larga lo fian. Cuando quiera el legislador plasmarlo, si llega el caso, el banco malo ya habrá hecho de las suyas con las viviendas retornadas a la fuerza por un precio infimo que no libera a los deudores de sus deudas sino que las aumenta de por vida.
tini 24 octubre, 2012 en 14:56
El fascista bajito ya lo dejo dicho «Todo queda atado y bien atado». Lo mas intacto el aparato Judicial. Tengo amigos en la judicatura que resporan diariamente aires toxicos…irrespirables, desde hace muchos años.
Txomin Goitibera 24 octubre, 2012 en 19:25
Y bueno, tres legislaturas con Felipe González y dos con Zapatero suman casi veinte años. Veinte años daban para algo, pero ya se ve que…
Para la buena marcha, la cosa tendría que ser y transcurrir (según amigos) de la siguiente manera: revolucionarios en los económico; reformistas en lo político;conservadores en el plano antropológico y moral. Pero la progresía psocialista lo ha hecho al revés: conservadores de la estructura económica; reformistas en políticas de costumbres; revolucionarios en la tachadura lingüística de las revoluciones. Así no hay manera.
Los dioses, si existen, habitan los «intermundia» y no se preocupan de los asuntos humanos. Que lo disfruten con salud y aburrimiento. Lo importante es que los desahuciados están empezando a ser oidos en justicia. Es muy esperanzadora la implicación de los siete magníficos jueces o magistrados. Siempre hay buenos lectores de la Ley.
Personalmente, lo de los desahucios me impresiona mucho. Va más allá de mi capacidad de comprensión…
Entre la marabunta, SIETE PERSONAS JUSTAS Y DIGNAS DE ELOGIO.
Un cálido abrazo para ellos por traer un poco de luz a este panorama tan neeeegrooooo.
Pues los representantes en la tierra, su filial en España y testaferros divinos, la Conferencia Episcopal o sus homólogos de otros cultos, no han dicho nada al respecto. Siguen emperrados en las cosas esas del sexo con procreación, el pecado del condón y el SI a la Vida.Es decir, los dioses no se dan por enterados. Es una buena iniciativa la de los magistrados pero muy a la larga lo fian. Cuando quiera el legislador plasmarlo, si llega el caso, el banco malo ya habrá hecho de las suyas con las viviendas retornadas a la fuerza por un precio infimo que no libera a los deudores de sus deudas sino que las aumenta de por vida.
El fascista bajito ya lo dejo dicho «Todo queda atado y bien atado». Lo mas intacto el aparato Judicial.
Tengo amigos en la judicatura que resporan diariamente aires toxicos…irrespirables, desde hace muchos años.
Y bueno, tres legislaturas con Felipe González y dos con Zapatero suman casi veinte años. Veinte años daban para algo, pero ya se ve que…
El Consejo lo zanjó al modo en que suele zanjar las cosas molestas. No estudiándolo.
http://www.expansion.com/agencia/efe/2012/10/24/17739502.html
Para la buena marcha, la cosa tendría que ser y transcurrir (según amigos) de la siguiente manera: revolucionarios en los económico; reformistas en lo político;conservadores en el plano antropológico y moral. Pero la progresía psocialista lo ha hecho al revés: conservadores de la estructura económica; reformistas en políticas de costumbres; revolucionarios en la tachadura lingüística de las revoluciones. Así no hay manera.