Normal. Repugnante, pero normal. A ver, qué se puede esperar de un paleto-cejijunto-infantilóide-graciosillodechistefácil que aún lleva -sin gracia- boina y garrota, que no da la cara cuando se estrella un Yak, que no recibe ninguna reprimenda por ello y que de pronto se ve presentando unas credenciales a la hef-fa de buchichán, a ver… pos eso, garrotazos… Qué fino el andoba.
AnnaGB 3 noviembre, 2012 en 14:50
Virrey o, mejor, Papa. No tardará el nuevo cisma, que este hombre es un pifiador profesional.
Raúl Fernández Justo 4 noviembre, 2012 en 3:46
Es un semidiós,un soldado de Diosescristo. La carrera diplomática es una patraña; ahora es una prebenda que se otorga al elefante moribundo antes de que emprenda su viaje al osario de la manada. Antes lo mejor es dar rienda suelta a esos destellos de demencia actuando como un energúmeno,tomando decisiones absurdas,brotes psicóticos en el actuar cotidiano. Tienen que llamar la atención a como dé lugar. ¡Qué cruz!
Normal.
Repugnante, pero normal.
A ver, qué se puede esperar de un paleto-cejijunto-infantilóide-graciosillodechistefácil que aún lleva -sin gracia- boina y garrota, que no da la cara cuando se estrella un Yak, que no recibe ninguna reprimenda por ello y que de pronto se ve presentando unas credenciales a la hef-fa de buchichán, a ver… pos eso, garrotazos…
Qué fino el andoba.
Virrey o, mejor, Papa. No tardará el nuevo cisma, que este hombre es un pifiador profesional.
Es un semidiós,un soldado de Diosescristo. La carrera diplomática es una patraña; ahora es una prebenda que se otorga al elefante moribundo antes de que emprenda su viaje al osario de la manada. Antes lo mejor es dar rienda suelta a esos destellos de demencia actuando como un energúmeno,tomando decisiones absurdas,brotes psicóticos en el actuar cotidiano. Tienen que llamar la atención a como dé lugar. ¡Qué cruz!