Y le he perdonado: me deja muy bien. Pero eso era imperdonable. Lo de princesa de las tecnologías es muy propio de él.
He conseguido que quitara el nombre del asesino
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Y le he perdonado: me deja muy bien. Pero eso era imperdonable. Lo de princesa de las tecnologías es muy propio de él.
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Pobre Alcoverro, él también lo habrá pasado mal al darse cuenta del desliz. Si antes he dicho algo negativo de él, olvídalo. Nos hacen falta muchas personas «puras» y sin retorcimientos como él.
jajaja, y tú has conseguido que tenga ganas de volver a leer la reseña de Alcoverro, con más tranquilidad, porque la primera vez iba más a la busca del gazapo.
A partir de hoy igual os leen más gentes a los dos gracias a este enredo.
Arreglado y sin rencores…
Acabo de incursionar en el blog del señor Alcoverro. En efecto, me urge ya leer «Sin entrañas». Una reseña extraordinaria y llena de admiración y cariño…
Menos mal. Antes se decía que si no le dabas propina al acomodador, te contaba el final de la película.