Carlo M Cipolla fue un historiador de la economía. Leí un par de ensayos suyos sobre este tema: Historia económica de la población mundial e Historia económica de la Europa preindustrial.
Recuerdo, no literalmente, algunas de sus palabras referidas a cuáles son las necesidades humanas. Técnicamente simples: alimento, abrigo que proteja nuestros delicados cuerpos de las inclemencias y un techo donde guarecernos. Ya. Pero hay cuestiones adicionales basadas sobre todo en la facilidad con la que acabamos confundiendo necesidades con deseos. El alimento, por ejemplo, puede basarse en frutas, verduras, legumbres de temporada obtenidos sobre todo de huertas cercanas a nuestro lugar de residencia (productos baratos)… o frutas tropicales (transportadas en avión desde muy lejos) carnes selectas de animales exclusivos (transportadas también en avión), aguas traídas desde el Polo Norte, y así todo lo demás. Demasiado. Demasiado caro. Contaminante y todo lo demás.
Igual deberíamos haber vigilado los excesos. Esta mañana recordaba cuándo vacié la casa de mi hermano que falleció hace 9 años. Él estaba enfermo. Saqué de la casa 2 bolsas de basura grandes llenas de las cajas de medicamentos que ocupaban varios armarios. La mayor parte de ellas intactas, solo recetadas y dispensadas en la farmacia (entonces sin coste) y nunca utilizadas. Supongo que él quería acaparar o que el médico quería recetar o que la farmacéutica incentivaba al médico que recetaba o…
BENJAMIN 3 julio, 2012 en 11:47
Muchos analistas pregonan un frenazo http://www.youtube.com/watch?v=xopPWI6Mom8 al consumo. No es posible continuar con el crecimiento en las actuales circunstancias. El gran despegue económico en el mundo -con EE.UU. a la cabeza- se produjo después de una ecatombre mundial. Destruir para construir. De no ser así, se debería regular la producción. No habrá posibilidades de comprar lo que se fabrica. La tragedia de la ‘pescadilla que se muerde la cola’
Con lo dirigentes mundiales que tenemos en escena actualmente, a rezar. Los que sean creyentes, claro.
¿Cuanto vale un estado?. Es posible que estemos en la misma situación de las empresas del IBEX35. Viene a demostrar que los inversores pueden ser todo, menos tontos. A veces resulta muy sencillo entender lo que ocurre con nuestro país. Falta de confianza.
CBT 3 julio, 2012 en 16:45
Tema fundamental para tomar conciencia de que unas buenas necesidades básica son compatibles con el bajo consumo y la calidad de vida.
Me han educado en los tiempos que tocaba ‘mirar por una peseta’ y sobre la inmoralidad del derroche, y pese a que también consumo más de lo que realmente necesito, me resulta más fácil adaptarme al control del gasto que la generación de los 80.
Lo que no está tan claro es cómo romper el circuito de la cabeza y la cola de la pescailla. Supongo que cuando la necesidad obliga salta la ocurrente creatividad.
Es que sólo les interesa que crezcamos en cantidad no en calidad. Ësta no siempre va ligada al consumo. Le damos demasiada importancia al aumento del PIB, pero eso no es representativo de cómo vive la sociedad.
Aracne 4 julio, 2012 en 15:58
Benjamin, no podría asegurar si será o no posible «continuar con el crecimiento en las actuales circunstancia». Yo diría que no, pero aunque fuera que sí, mi vieja conciencia ecologista (primero forzosa y luego libremente elegida), me dide que el «decrecimiento» es justo, necesario y más placentero que la «luxuria» de consumidores consumíos. Puedo atestiguarlo: he decrecido 6 o 7 centímetros de altura y los he ganado en anchura y en cintura. Es una ley natural: Nada en demasía.
Carlo M Cipolla fue un historiador de la economía. Leí un par de ensayos suyos sobre este tema: Historia económica de la población mundial e Historia económica de la Europa preindustrial.
Recuerdo, no literalmente, algunas de sus palabras referidas a cuáles son las necesidades humanas. Técnicamente simples: alimento, abrigo que proteja nuestros delicados cuerpos de las inclemencias y un techo donde guarecernos. Ya. Pero hay cuestiones adicionales basadas sobre todo en la facilidad con la que acabamos confundiendo necesidades con deseos. El alimento, por ejemplo, puede basarse en frutas, verduras, legumbres de temporada obtenidos sobre todo de huertas cercanas a nuestro lugar de residencia (productos baratos)… o frutas tropicales (transportadas en avión desde muy lejos) carnes selectas de animales exclusivos (transportadas también en avión), aguas traídas desde el Polo Norte, y así todo lo demás. Demasiado. Demasiado caro. Contaminante y todo lo demás.
Igual deberíamos haber vigilado los excesos. Esta mañana recordaba cuándo vacié la casa de mi hermano que falleció hace 9 años. Él estaba enfermo. Saqué de la casa 2 bolsas de basura grandes llenas de las cajas de medicamentos que ocupaban varios armarios. La mayor parte de ellas intactas, solo recetadas y dispensadas en la farmacia (entonces sin coste) y nunca utilizadas. Supongo que él quería acaparar o que el médico quería recetar o que la farmacéutica incentivaba al médico que recetaba o…
Muchos analistas pregonan un frenazo http://www.youtube.com/watch?v=xopPWI6Mom8 al consumo. No es posible continuar con el crecimiento en las actuales circunstancias. El gran despegue económico en el mundo -con EE.UU. a la cabeza- se produjo después de una ecatombre mundial. Destruir para construir. De no ser así, se debería regular la producción. No habrá posibilidades de comprar lo que se fabrica. La tragedia de la ‘pescadilla que se muerde la cola’
Con lo dirigentes mundiales que tenemos en escena actualmente, a rezar. Los que sean creyentes, claro.
Ésta noticia viene a añadir más realidad al momento. No ha sido de forma voluntaria, pero llegó el decrecimiento, http://vozpopuli.com/empresas/11111-un-tercio-de-las-companias-del-ibex-deben-mas-de-lo-que-valen-en-bolsa
¿Cuanto vale un estado?. Es posible que estemos en la misma situación de las empresas del IBEX35. Viene a demostrar que los inversores pueden ser todo, menos tontos. A veces resulta muy sencillo entender lo que ocurre con nuestro país. Falta de confianza.
Tema fundamental para tomar conciencia de que unas buenas necesidades básica son compatibles con el bajo consumo y la calidad de vida.
Hace años que se habla del consumo decreciente, sostenible, sostenido…
El enlace que adjunto sobre el tema es de 2008:
http://www.decrecimiento.info/2008/05/comportamientos-de-consumo-y.html
Me han educado en los tiempos que tocaba ‘mirar por una peseta’ y sobre la inmoralidad del derroche, y pese a que también consumo más de lo que realmente necesito, me resulta más fácil adaptarme al control del gasto que la generación de los 80.
Lo que no está tan claro es cómo romper el circuito de la cabeza y la cola de la pescailla. Supongo que cuando la necesidad obliga salta la ocurrente creatividad.
«La policía registra la casa y la oficina de Nicolas Sarkozy en París». http://internacional.elpais.com/internacional/2012/07/03/actualidad/1341327058_019313.html Los políticos franceses están como la selección de futbol. Ya tenemos sustituto para DSK.
Es que sólo les interesa que crezcamos en cantidad no en calidad. Ësta no siempre va ligada al consumo.
Le damos demasiada importancia al aumento del PIB, pero eso no es representativo de cómo vive la sociedad.
Benjamin, no podría asegurar si será o no posible «continuar con el crecimiento en las actuales circunstancia». Yo diría que no, pero aunque fuera que sí, mi vieja conciencia ecologista (primero forzosa y luego libremente elegida), me dide que el «decrecimiento» es justo, necesario y más placentero que la «luxuria» de consumidores consumíos. Puedo atestiguarlo: he decrecido 6 o 7 centímetros de altura y los he ganado en anchura y en cintura. Es una ley natural: Nada en demasía.