Ayer empecé yendo a la primera cita: Parada de metro Teseo, en Monastiraki. Me acompañaba Miguel, licenciado de historia del arte y becario en la embajada, una delicia de chico. Me dejó en manos del asturiano, helenista -y tan conocido ya por todos como divulgador del pensamiento crítico contra lo que ocurre, la estafa- Pedro Olalla. Me llevó por el Ágora e hizo que comprendiera lo que significó el nacimiento de la democracia en los espacios físicos, en los ámbitos por los que se movían los ciudadanos. Fue una mañana de mucho caminar, maravillosa, que culminó en el Museo de la Acrópolis, una maravilla.
De momento, como he escrito la columna y ahora me he de preparar para una entrevista, y por la tarde tendré la charla en la universidad con los estudiantes de periodismo, aquí van dos fotos. Una, con Pedro, durante un descanso bajo los árboles del Ágora. Y otra que reproduce la portada de su libro más reciente, del que ya habló Muñoz Molina en El País
Joé Maruja, con lo cerca que está Toulouse de Barcelona, a ver cuando se les ocurre en el Cervantes de aquí invitarte para que vengas. Un abrazo.
Kalimera.
Bueno, veo que tienes una agenda apretadçísima y que está siendo muy fructífero tu viaje. Espero que el acto de esta tarde tenga mucha asistencia. Por mcierto, los grigos han traducido la expresión «con el agua al cuello» por otra mucho más contundente y puede que más real: «con el cuchillo en el cuello».
Ah, se me olvidaba. El blog de Pedro Olalla, os pongo el enlace:
http://lapasiongriega.blogspot.com/
Con tu comentario «in situ» acerca del Museo de la Acrópolis se confirma una sospecha; que el museo es una maravilla y que queda perfectamente integrado en el conjunto, además de contener el acervo cultural griego de una forma soberbia(de lo cual hay que congratularse).
Gracias Txomin por traer,de nuevo, el blog de Pedro Olalla.