Una revolución que cada día pierde el interés de Occidente,ensimismado en sus pendejadas financieras. Gracias a periodistas como Mónica podemos seguir el curso de estos acontecimientos que marcarán su huella en este siglo XXI, y conocer el incansable trabajo y sacrifico de mujeres que no dudan en acudir(aún a costa de su matrimonio o su patrimonio). Lecciones en silencio y sin la complicidad de las sociedades occidentales que vergonzosamente dan la espalda a esta realidad. Siria se ha convertido en una «incomodidad» irresoluta. La esperanza se acuna en los opositores que siguen luchando para que en Siria las cosas cambien con un costo en sangre y vidas altísimo(no hay día en que no lleguen cifras aterradoras de muertos y heridos).
Una revolución que cada día pierde el interés de Occidente,ensimismado en sus pendejadas financieras. Gracias a periodistas como Mónica podemos seguir el curso de estos acontecimientos que marcarán su huella en este siglo XXI, y conocer el incansable trabajo y sacrifico de mujeres que no dudan en acudir(aún a costa de su matrimonio o su patrimonio). Lecciones en silencio y sin la complicidad de las sociedades occidentales que vergonzosamente dan la espalda a esta realidad. Siria se ha convertido en una «incomodidad» irresoluta. La esperanza se acuna en los opositores que siguen luchando para que en Siria las cosas cambien con un costo en sangre y vidas altísimo(no hay día en que no lleguen cifras aterradoras de muertos y heridos).