Lo de Soledad Gallego-Díaz

«…no es justo atribuir al presidente del Gobierno una voluntad secreta de imponer un programa máximo del PP». Esto se dice como no queriendo la cosa, cuando en realidad es ahí dónde reside el meollo de la cuestión. Con un programa electoral caracterizado por la ambiguedad (o la abierta ocultación de intenciones) no se puede afirmar que el PP incumple lo prometido(tal cosa es imposible) o que se traiciona a un electorado. El hecho fehaciente es que tampoco existe una improvisación,un frenesí normativo que se adapta a las circunstancias cambiantes entre cada Consejo de Ministros. Este gobierno responde a una prístina ideología y a un férreo calendario, que exige su cumplimiento milimétrico, Son los principios cristianos los que inspiran la actuación del Gobierno, los que hacen que,como en huerto franciscano, se siembre y se coseche, conforme a la estación del año. Con el panorama electoral despejado, con una oposición anulada y con un poder omnímodo ya sólo queda agradar al Hacedor en tan noble cruzada.»¡Hombres de poca fe, yo os llevaré a una tierra dónde mana la miel y la lactosa pasteurizada». Habrá que estar atentos a lo que le canten en Pontevedra en «A festa dos Maios» en Pontevedra en este mayo florido…(imperdible). Mariano mártir…cuánto te hacemos sufrir…