Os aviso que mañana madrugo para volar a Viena y que hoy tengo un día muy loco, con dos cosas por escribir, un médico que visitar (el de la línea: todo va bien), una peluquería para adecentarme, una maleta por hacer y un Tonino («el» Tonino) por complacer, ya que intuye la maleta abierta en la sala (ver, ve poco) y empieza a mostrarse algo mosqueado. De modo que desconecto y os prometo datos noticias desde la capital austríaca y cargar muy a gusto con la cámara durante mis estancia allí para daros cumplidas noticias. Ay, qué nervios. Hasta pronto.