No entiendo que su mujer se mueva en el mundo del arte, es decir sea más o menos una árbitra de lo bello y que pueda mirar una cara tan exenta de belleza como esa todos los días. No me refiero sólo a los rasgos físicos sino a la expresión y a la mirada. Ahora a cualquier garabato lo llaman arte. Podían hacerle otra escultura, ponerla junto a la de Fabra y, con la excusa de una baja marea, el mar de Castellón seguro que se alejaría.
Keynesiana 8 febrero, 2012 en 0:29
Da que pensar que una región como Asturias, gobernada tradicionalmente por la izquierda, haya dado su voto, nada más, ni nada menos que al Sr. Cascos…
Uno se debate y no sabe por qué decantarse:
a) Ojalá se parta los cuernos.
b) Mira qué mosca cojonera le ha salido al PP.
Ja voll general secretario.
No entiendo que su mujer se mueva en el mundo del arte, es decir sea más o menos una árbitra de lo bello y que pueda mirar una cara tan exenta de belleza como esa todos los días. No me refiero sólo a los rasgos físicos sino a la expresión y a la mirada. Ahora a cualquier garabato lo llaman arte. Podían hacerle otra escultura, ponerla junto a la de Fabra y, con la excusa de una baja marea, el mar de Castellón seguro que se alejaría.
Da que pensar que una región como Asturias, gobernada tradicionalmente por la izquierda, haya dado su voto, nada más, ni nada menos que al Sr. Cascos…