¡Me lo has quitado de la boca! ¿qué tontos no? que se dejan engañar por sus socios.
Raúl Fernández Justo 7 marzo, 2012 en 23:43
Éste sí es un comportamiento ejemplar; puesto que sirve de ejemplo para los que no tuvieron tal ejemplar comportamiento. Echarle la» culpita» al socio será disciplina olímpica en las venideras justas deportivas y escuelas de negocios. Urdangarín opta, desde ya, a la medalla de oro…
AnnaGB 8 marzo, 2012 en 0:22
Este señor que como «empresario ejemplar» nos lanzaba discursos éticos sobre trabajar más, ganando menos, y otros mensajes por el estillo, se dió de alta junto con su socio en las empresas de su propiedad dos meses antes de cerrar, cuando ya sabian que se hundían y, así, cobraron una indemnización y los sueldos correspondientes de 500.000 euros, mientras, sus trabajadores sin cobrar
Sí, ya sé cómo dice…
Ha sío mi sosio
¡Me lo has quitado de la boca! ¿qué tontos no? que se dejan engañar por sus socios.
Éste sí es un comportamiento ejemplar; puesto que sirve de ejemplo para los que no tuvieron tal ejemplar comportamiento. Echarle la» culpita» al socio será disciplina olímpica en las venideras justas deportivas y escuelas de negocios. Urdangarín opta, desde ya, a la medalla de oro…
Este señor que como «empresario ejemplar» nos lanzaba discursos éticos sobre trabajar más, ganando menos, y otros mensajes por el estillo, se dió de alta junto con su socio en las empresas de su propiedad dos meses antes de cerrar, cuando ya sabian que se hundían y, así, cobraron una indemnización y los sueldos correspondientes de 500.000 euros, mientras, sus trabajadores sin cobrar