«Durante las dos últimas semanas, hemos sufrido el dolor de la humillación y la tristeza, dolor que solo ha permeado un instante de ira ante la imagen de las víctimas del bombardeo químico sobre Al-Ghoutta, que no tardó en dar paso a la impotencia. Las dos partes de la ecuación política se sintieron frustradas. El primero porque el prometido golpe estadounidense no llegó y es dudoso que llegue; y si viene, no cambiará la ecuación. El segundo porque todos sus análisis sobre la conspiración occidental estadounidense ya no sirven, pues tras la retirada británica del proyecto del ataque, ha llegado el titubeo al cuartel occidental y Obama parece que dirigirse a ello obligado, en medio de una opinión general estadounidense que lo rechaza».
Podéis leer el artículo completo de Elias Khoury en Traducciones de la Revolución Siria
¿Intereses de los lobbys armamentistas? (pueden travestirse con facilidad como piezas clave de la democracia y nos quedamos tan pichis), ¿juegos de estrategia y posicionamiento del risk mundial? A saber. El caso es que los pobres sirios siguen subyudados por El Asad quien actúa con total impunidad.
Lo del Premio Nobel de la Paz del presidente Obama pesa, y mucho, a la hora de convertir la diplomacia internacional en un gallinero discordante y contradictorio. La «carambola mental» del señor Kerry es un fiel indicativo del proceder de tan altos estadistas. Exigir que el régimen de Asad entregue sus arsenales químicos(Chemichal Weapons-se le llena la boca a Obama) tras más de cien mil muertos, es todo un despropósito y toda una excusa aglutinante para no hacer nada de nada. No estoy por una intervención armada(drones volando y masacrando a diestro y siniestro), pero si no hicieron nada cuando debieron(en los primeros instantes del enfrentamiento, ahora será imposible llegar a buen puerto. Israel, que incursiona en territorio sirio a su antojo, ha de estar desternillándose de risa ante tanto pendejo suelto…