Andreu Manresa sigue escribiendo sobre ello, pero El País no destaca la información. Hay que buscarla:
El éxito de la huelga indefinida de los profesores de la enseñanza pública no universitaria de Baleares no se mide solo en las aulas. En los tres días que llevan de paros, los docentes han logrado recaudar casi 40.000 euros, aportados por los ciudadanos, para compensar la reducción de sus nóminas a final de mes, a razón de 100 euros por día de paro. Una cantidad importante que da cuenta del apoyo social con que cuenta la protesta, convocada contra los recortes presupuestarios y la imposición acelerada del trilingüismo en las aulas.
El termómetro de la simpatía de la sociedad civil lo marca el fluir constante de ingresos en la “caja de resistencia” creada por la Asamblea de Docentes y representantes sindicales. En los primeros tres días se han recaudado más 39.461 euros, que servirán para ayudar a llegar a fin de mes a los más de 5.000 profesores en huelga. Si el dinero da para más, » se comprarán pancartas y megáfonos» para las marchas, que se pretenden masivas, convocadas para el 29 de setiembre, según Iñaki Aicart, portavoz de los asambleístas.
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Ese papel de caja para huelgas deberían hacerlo los sindicatos. Les sobra burocracia y les faltan objetivos claros con respecto a los trabajadores.
EStoy de acuerdo que a los sindicatos les sobra burocracia, y les falta calle (empezando por los acomodados en los sillones, que son unos cuantos). Pero lo que está pasando en Balears es mucho más interesante: los maestros y maestras se han organizado en una Asamblea de Docentes autónoma, independiente, y autogestionada. Y realmente, es este ejemplo de organización la gran victoria: porque más allá de que se consigan los objetivos por los que se está en huelga indefinida -los maestros- y en apoyo a la huelga -padres y madres, y ya ciudadanas/os de les Illes, se ha conseguido dar ejemplo de otro tipo de democracia, directa, participada, y de responsabilidad. Creo, que de esta experiencia, estamos saliendo cansada/os -porque es agotador- pero también empoderadas/os: es decir, siendo conscientes de cómo nos toman el pelo, de que rebelarse es posible, y de que pasa por moverse más allá de las redes sociales (que ojo, nos están ayudando mucho).
Por otra parte, gracias Maruja Torres por destacar la noticia. Pienso que es importante que se conozca lo que está pasando -más allá de los autoritarismos y golpes de decretazo-: lo que las personas somos capaces de hacer. Un abrazo.
Pero bueno ¿es que acaso los Sindicatos no hacen también de «caja»? ¿Los Sindicatos me lo tienen que hacer todo y encima sin burocracia? El movimiento de rechazo de la injusticia, la autoorganización, la creación de conciencia del valor y el precio de las cosas es fundamental y es complementario no antagónico de los Sindicatos como instituciones ganadas a muy duras penas por los trabajadores. La burocracia es inherente a la democracia. En la medida en que la democracia se amplia, la burocracia o sea la norma y la ley escrita, se hace más necesaria. En el Antiguo Régimen no existia la burocracia como tal. Fue consecuencia de la Revolución francesa. En España, siempre tan chunga, la burocracia se tradujo por «bulerías». Así que aquí, mucho cante,mucho quejío y ninguna revolución y su correspondiente burocracia.
Ahora está resultando que si la cosa no marcha, la culpa es de los Sindicatos y de sus delegados y representantes que están apoltronados…Tengo mis años y he conocido todo el proceso de surgimiento y alumbramiento de los Sindicatos, de su impagable función social y democrática, de su degeneración también pero infinitamente menor que cualquier otra institución y lo que es peor de la ciudadanía (perdida en casi su totalidad) y de los individuos uno por uno…Desde luego el FMI y el Banco Mundial, ni soñando pudieron imaginar el éxito de su propuesta y su consigna: desactivar a los partidos políticos y los Sindicatos. Sobresaliente cum laude. Y que les aproveche.
En el sector de Enseñanza en el que transcurrió mi ya larga vida (que me parece muy corta), en la medida de mis posibilidades y de mi ingenuidad, antes de la transición, en la transicicón y en la posttransición apoyé y contribuí a la creación de Sindicatos (en mi caso CC.OO). Pues os cuento: hace unos años, recibí en mi correo un mensaje de tres colegas pletóricos de indignación porque tenían un problema (no recuerdo muy bien cual) de contratación y de baremos, de recursos de investigación y qué se yo y CC.OO no hacía nada ni se daba por enterado…Ni corta ni perezosa, busqué la documentación disponible en la que constaba cómo habían sido tratadas por el Sindicato esas cuestiones: información enviada, reuniones y asambleas convocadas en el Centro a horas distintas (para dar toda clase de facilidades a las personas tan ocupadas en lo suyo), en fin…Les remití la documentación. Respuesta: no sabíamos…,no nos habíamos enterado, es que no solemos leer esos correos, no tenemos tiempo de asistir a las reuniones,etc. etc…. como tenemos a los Delegados. Es cierto, pero no les haceis ni caso y además los delegados son colegas nuestros, trabajdores que también han de rendir las cuentas de resultado de su entrega a la causa de la docencia e investigación; además se ocupan, gratis et amore, a la causa y las necesidades del común y de los otros. Me despaché a gusto. Sólo reaccionaron cuando les tocó la china directamente…Es apolíticamente humano, qué le vamos a hacer. Pues eso que la crítica y la autocrítica ha de ser radical y bien fundada objetivamente. No valen trampas acusatorias y autoexculpatorias. Nos seguimos manteniendo en el acariciado mundo de una conciencia emocional infantil impulsiva-compulsiva que no conduce sino a la indignación, el pataleo y el desahogo más o menos catártico de las redes sociales y de nuestras aficiones privadas y particulares. Dar el salto a la razón práctica, ¿para cuando? Parece, necesidad obliga, que el estado de dormición está pasando…ahora toca descubrir mediterráneos organizativos…en un más dificil todavía por eso de los nacionalismos políticos, sectoriales, cognitivos de áreas, perfiles, diferentes bordados y el no va más de las múltiples repúblicas independientes de ¡mi Kasa!…A ver cómo se gestiona y se anuda todo eso y ¡sin burocracia! Privaticemos también la organzación de la acción políica para que no se diga que no estamos al día: agenciémonos una hucha o caja de zapatos y echemos ahí nuestra limosnita para ayudar a los desamparados…¡mon Dieu, qué regresión! pero nada, así es la vida y así lo dijo el sabio Lenin: «un paso adelante y dos atrás» para ir llegando con paciencia revolucionaria adonde hay que llegar.
Aracne querida eres GRANDE, GRANDE, GRANDE.
ABRAZOS,
Lola.
oléeee! así se habla Aracne.
Yo primaria e infantil como nuestro «Illancito», qué quieres!