Esta vez, contra el fuego:

Iván vive en el rural de Carnota, en A Costa da Morte, cerca de la carretera que va de Maceiras  a Mallou, en el barrio de A Balsa. Esta no es una zona de paso, «ni aunque te pierdas por casualidad». A última hora de la tarde de este sábado, poco después de que la Xunta diese por controlado el fuego que arrasó el monte Pindo, en el mismo Ayuntamiento, escuchó «los gritos de una vecina». De nuevo, fuego. «Ya estamos acostumbrados y reaccionamos en el momento». Una vez más, al vecindario le tocó salvar el monte.

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