Qué ascazo de electoralismo racista. Por Miguel Mora:

Cuando parece que ya no hay quién dé más, esta semana, el ministro del Interior, Manuel Valls, hijo y nieto de republicanos españoles, afirma que “el problema gitano solo puede solucionarse con expulsiones”, ya que los romaníes “no tienen vocación de integrarse sino de volver a sus países”.

Aunque muchos de esos 20.000 gitanos europeos son niños, y algunos miles residen en Francia desde hace años —la cifra se mantiene desde hace 20—, Valls estima que “la integración solo puede concernir a una minoría, porque sus modos de vida son extremadamente distintos de los nuestros y chocan con nuestra cultura”.

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