¿Alguien puede aportar datos sobre la herencia del Duque de Hernani?
Lola Fassía 24 febrero, 2013 en 15:48
¿Que la Niña no sabía en qué estaba metido el Niño?… ´amos, calla. Pos sí, Maruja, no nos chupons pas el déo.
masdelomismo 24 febrero, 2013 en 19:36
Todas son Ana Mato, no saben nada de nada de lo que pasa en su casa. Pues si que son tontas ¿no?, y la una ministra y la otra en la línea de sucesión (por su cara bonita y por ser Bobona).
Maje Wheels 24 febrero, 2013 en 20:58
Pase que tanto la TEmato y la Bobona se hayan dado buena vida a nuestra costa, lo que no les perdonaré NUNCA es que se aprovechen del típico cliché que les hace tanto juego a muchos de que las mujeres somos tontas. A mujeres así no hay que imputarlas, sino que yo las encarcelaría directamente por atentar contra las demás mujeres, vamos que es violencia de género.
aracne 24 febrero, 2013 en 22:17
¡Como se os ve el plumero! quereis pasaros de listas a dedo, pero en el fondo lo que os pasa es que envidiais esa bendita inocencia, con que el Dios Dinero bien adquirido regala a los de arriba. Tendreis que hacéroslo ver, no se si en el diván o en la cocina…Seguro que vuestra sabihondura responde a algún trauma infantil.
¿Alguien puede aportar datos sobre la herencia del Duque de Hernani?
¿Que la Niña no sabía en qué estaba metido el Niño?… ´amos, calla.
Pos sí, Maruja, no nos chupons pas el déo.
Todas son Ana Mato, no saben nada de nada de lo que pasa en su casa. Pues si que son tontas ¿no?, y la una ministra y la otra en la línea de sucesión (por su cara bonita y por ser Bobona).
Pase que tanto la TEmato y la Bobona se hayan dado buena vida a nuestra costa, lo que no les perdonaré NUNCA es que se aprovechen del típico cliché que les hace tanto juego a muchos de que las mujeres somos tontas. A mujeres así no hay que imputarlas, sino que yo las encarcelaría directamente por atentar contra las demás mujeres, vamos que es violencia de género.
¡Como se os ve el plumero! quereis pasaros de listas a dedo, pero en el fondo lo que os pasa es que envidiais esa bendita inocencia, con que el Dios Dinero bien adquirido regala a los de arriba. Tendreis que hacéroslo ver, no se si en el diván o en la cocina…Seguro que vuestra sabihondura responde a algún trauma infantil.