Gracias por compartirlas, sobre todo para los que no conocemos la ciudad
tini 4 febrero, 2013 en 13:48
¡Ay, Maruja, qué envidia,con lluvia y todo me iría «pallá». SOLO estuve 2 veces en Roma…
NB 4 febrero, 2013 en 15:05
Esa librería tiene muy buena pinta -según la foto-.
Gabriela 4 febrero, 2013 en 16:14
Yo también iria (solo estuve dos veces y la visita fue breve). Gracias por las foticos.
Txomin Goitibera 4 febrero, 2013 en 19:55
Belle, bravissime.
acacia 4 febrero, 2013 en 21:13
Y la Via Marcello te ha quedado que ni pintada…
Raúl Fernández Justo 8 febrero, 2013 en 18:02
Con la calma que requiere el visionado de estas fotos, me decanto, sin dudarlo, por las dos primeras fotos. No se necesita más para saber que estás en Roma. Difuminados, en silueta,borrosos y con lluvia, los pinos romanos se muestran inconfundibles. En la primera foto,donde la viajera muestra su satisfacción por haber llegado, con una complaciente sonrisa, pareciera que esos pinos abren sus ramas en dichoso ademán de bienvenida.»¡¡Ya estás en Roma, bienvenida!!». Es una foto complicada-hay una dificultad en «meter» los pinos en las ventanillas del coche-,pero el resultado es inmejorable…En la segunda, ni el caos del tráfico,ni el vidrio mojado, pueden esconder a la Roma que se intuye, con esa silueta tan notoria. Preludio, ambas fotos, de una estancia feliz como lo fue, en la Roma eterna de los pinos milenarios. Gracias por tus fotos Maruja.
Gracias por compartirlas, sobre todo para los que no conocemos la ciudad
¡Ay, Maruja, qué envidia,con lluvia y todo me iría «pallá». SOLO estuve 2 veces en Roma…
Esa librería tiene muy buena pinta -según la foto-.
Yo también iria (solo estuve dos veces y la visita fue breve). Gracias por las foticos.
Belle, bravissime.
Y la Via Marcello te ha quedado que ni pintada…
Con la calma que requiere el visionado de estas fotos, me decanto, sin dudarlo, por las dos primeras fotos. No se necesita más para saber que estás en Roma. Difuminados, en silueta,borrosos y con lluvia, los pinos romanos se muestran inconfundibles. En la primera foto,donde la viajera muestra su satisfacción por haber llegado, con una complaciente sonrisa, pareciera que esos pinos abren sus ramas en dichoso ademán de bienvenida.»¡¡Ya estás en Roma, bienvenida!!». Es una foto complicada-hay una dificultad en «meter» los pinos en las ventanillas del coche-,pero el resultado es inmejorable…En la segunda, ni el caos del tráfico,ni el vidrio mojado, pueden esconder a la Roma que se intuye, con esa silueta tan notoria. Preludio, ambas fotos, de una estancia feliz como lo fue, en la Roma eterna de los pinos milenarios. Gracias por tus fotos Maruja.