El artículo de Miguel Roig:

Pero esta semana, el informe presentado por el Consejo Económico de la Competitividad (CEC) da cuenta de una total y absoluta pérdida del sentido. Según el documento, estamos ante una recuperación económica y lo explica en términos que rozan la euforia, ya que sus previsiones superan a las del Gobierno para 2014. Estos resultados se asientan en una mejoría de las exportaciones. Hasta aquí todo parece medianamente sensato y coherente –realista, si se quiere– pero el soporte, la razón pura del incremento de las exportaciones, es posible gracias al subempleo o sobrecualificación. ¿A qué se refiere? Pues a que un trabajador realice labores que no se corresponden con el salario que cobra. O sea: la fuerza de trabajo aporta un valor añadido muy alto a la empresa pero cobra muy poco por esa labor. Esto, presentado como un gran logro, “es lo que ha disparado la productividad de nuestra economía, que a su vez ha disparado las exportaciones, la vía a través de la cual se creará el círculo virtuoso que nos sacará de la crisis”. Textual.

Entero, en El Diario.