«Tras acomodarse en el asiento de cuero y accionar suavemente el automóvil, se dispuso a olvidarse de la mortífera carga que conducía y a concentrarse en el plan que debía acometer con la frialdad que le había granjeado la confianza de sus jefes durante ya 30 años largos. No tardaría más de 40 minutos en recorrer la distancia entre su domicilio, en un lujoso barrio periférico de Beirut poblado por la élite musulmana con espectaculares vistas a la contaminada costa mediterránea, hasta las calles laberínticas que rodeaban la plaza Sassine, corazón de la cristiandad libanesa. Se disponía a culminar dos años de preparativos que, seis meses atrás, se habían traducido en una orden concreta y en un equipo de cinco personas: el propio Marwan a cargo de dos hombres y dos mujeres encargados de seguir cada uno de los pasos del responsable de Información de la Seguridad Interna del Líbano, Wissam Hassan, y elaborar el mejor escenario -el más limpio, espectacular y más adecuado- para su muerte».
Si lo queréis leer completo, pinchad aquí: www.cuartopoder.es
Mónica G. Prieto eres una DIOSA escribiendo.
Gracias, Maruja.
Un FUERTE ABRAZO para las dos,
Lola.
Para Mónica habrá sido casi como escribir una de sus crónicas periodísticas. Seguro que no ha tenido que inventar nada ni novelar. Parece muy real y está muy bien escrito y descrito.
Vaya joya literaria. Me gusta cómo crea un cierto embrollo, un enmarañamiento, que se va complicando sutilmente a medida que transcurre el relato, y como,finalmente, se resuelve en los instantes últimos del texto para alivio y sorpresa del lector. No hay duda de que estamos ante una gran escritora. Los límites entre el periodismo y la literatura siempre estarán difuminados para los grandes periodistas y los mejores escritores. A veces (¿siempre?) la ficción ayuda a entender mejor una realidad que el periodismo trata de descifrar objetivamente. Dos facetas que domina Mónica G. Prieto.¡Felicidades!
Indignante y sublevante la postura de los partidos «socialistas» incluido, naturalmente el PSOE, sobre la intervención de la Santa Alianza en Siria. Indignante y sublevante por lo mortífera y por lo previsible de la inconsciencia político-moral propia de su clase.
Este artículo del periodista Pascual Serrano, nos refresca la memoria:
http://www.eldiario.es/zonacritica/deja-vu-sirio_6_169443055.html
Bien, gracias sean dadas a los «psocialistas» por su impagable colaboración y contribución a la implantación de un resucitado «Ordine Nuovo». Que incendien el mundo y lo disfruten entre cadáveres y con los vivos o vivales que queden. Es para sentirse orgullosos.
El capitalismo o la compulsión psicopática de la repetición de las guerras en serie. La guerra, esa última esperanza de los ricos que se ven venidos a menos. La tarea de los pobres, de los trabajadores de las mujeres es hacer que los «ricos», los explotadores compulsivos, pierdan esa su última esperanza. No es fácil, nunca lo ha sido pero hay que volver a intentarlo.
Estoy que me lleva «El angel de la historia».
¿Será posible salvar, recuperar un periodismo serio y no ese periodismo propio del capitalismo emocional que repite tópicos sentimentales sin dar razón de nada…?
Sí, será posible y surgirá…