Éstos son sus privilegios, según la ley de transperencia:

Los bancos no tendrán responsabilidad en la comercialización de los productos de riesgo que ofrecen. En cambio, los clientes deben asumir la tarea de informarse adecuadamente y la obligación de cumplir los contratos que firmen a la hora de adquirir productos financieros. Por otra parte, se obliga a los notarios a ser los encargados de comprobar que así sea. Esta es la principal conclusión de la propuesta que ha salido de la subcomisión de Transparencia Financiera del Congreso y la que ha motivado que el texto presentado por el Partido Popular no cuente con el apoyo de ningún otro partido político.

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