Pero qué rabiosamente guaaaapo era… una mezcla entre Paco Rabal -sin bigote- y Georges Brassens… Con aquella mirada que cauterizaba y su espléndida sonrisa sin retoques. Su presencia salvó algunas películas – Mayerling, por ejemplo, con la siempre soooosa Catherine Deneuve-. Supo envejecer, sin golpes de bisturí ni chutes de botokses. Estaba casi más atractivo que en sus años de preciosas películas egipcias, dulzonas, románticas, que iba a ver con mi Padre al «Cinéma Arc-en-Ciel», allá en mi tierra…
Oh nooo
Rey.
Pero qué rabiosamente guaaaapo era… una mezcla entre Paco Rabal -sin bigote- y Georges Brassens…
Con aquella mirada que cauterizaba y su espléndida sonrisa sin retoques.
Su presencia salvó algunas películas – Mayerling, por ejemplo, con la siempre soooosa Catherine Deneuve-.
Supo envejecer, sin golpes de bisturí ni chutes de botokses. Estaba casi más atractivo que en sus años de preciosas películas egipcias, dulzonas, románticas, que iba a ver con mi Padre al «Cinéma Arc-en-Ciel», allá en mi tierra…
Dscansa en Paz, querido Omar.
https://youtu.be/4Yd2PzoF1y8
Queda un recuerdo imperecedero.