Os djo un párrafo de mi artículo de hoy, dedicado a la pequeña paraguaya violada y embarazada por su padrastro. Entero o hallaréis en eldiario.es
Machismo, patriarcado del más rancio, cruel y asesino, es lo que ha sellado el destino de la pequeña de diez años que, embarazada de cinco meses como producto de la repetida violación a que la sometió su padrastro, se ve obligada a parir, su menudo cuerpecito deformado y encadenado, después de sufrir tantas sevicias. La madre había denunciado el acoso de que era víctima la niña cuando aún se hallaban en la fase del manoseo. Imagino a los policías encogiéndose de hombros, quizá dándose codazos o pensando en la nena que, horrorizada, les esperaba en casa. No pongo la mano en el fuego por ninguno. Patriarcado rancio, cruel.
¡¡Articulazo!! Alto y claro, como debe ser. Besos.
Decian de los invasores europeos en la llamada América, que cuando conquistaban un territorio, los ingleses lo primero que hacian era abrir un banco, los franceses un «meublé» y los españoles edificar una iglesia. Aquí tenemos en resultado de tantos siglos de rezos.
Maruja gracias por ser el altavoz y por escribir tan rebien guapa. Creo que estás hoy en Málaga. Sé feliz. Salud.
La reacción de jueces, médicos, policías, menistros (sic) y demás comparsas machistas frente a la violación y posterior embarazo de una niña me parece «normal» en una sociedad asquerosa, repugnante, hipócrita que no protege a los más débiles.
Lo que ya no me parece normal es que una madre que denuncia un hecho tan terrible y no se ve respaldada y protegida por la «Justicia» no pille al «macho» y le corte las pelotas y se las haga comer en un bocata… para sentar un precedente, vamos…
Seguro que los mandamases iban a tomar cartas en el asunto: «Quihuuuboo»… «Quián despelotao a un maaacho»… «¡¡¡Despelotadooora!!! ¡¡¡Al paredóoon!!!»… y así a tres o cuatro Despelotadoras… a la cuarta o quinta, seguro que los «machos» se lo piensan una miaja antes de meter sus atributos en el lugar equivocado.
Me siento levemente indignada… HIJOS DE PUUUTAA…
Eres GRAAANDE, Maruja, MUYYYY GRAAAANDEE.
Te ADORO,
Lola Martínez Iniesta.
(DNI: 05142406-C)
Vaya por delante decir que tu articulo esta genial,y obviamente ya lo he redirigido a dios y su madre,pero como siempre,debemos estar atentos, la serpiente jamas deja de poner huevos de fascistas y nacionalcatolicos y bokos haram,en cuanto nos descuidamos eclosionan y diseminan su integrismo por doquier y obviamente si solo se limitaran a hablar,pero no: la violencia la ejercen con todo el sadismo que sea menester,y si la victima es debil,mas saña aun.
Se me olvidó puntualizar: exijo el mismo tratamiento pa’ las «hembras rajás» que maltratan, que las hay… y bastanticas…
A ellas, con colgarlas de las tetas unas cuantas horas…
Sí, soy muy cruel, pero menos que aquellosque se ensañan con los débiles.
Últimamente estoy muyyyy despistada…
Se me ha olvidado decir que los que pasen por allí mirando pa’ otro lao -V.G. jueces, médicos, policías, menistros (sic) y demás comparsas innombrables de una sociedad que no protege a los más débiles- recibirán el mismo tratamiento curativo…
Mano de Santo, oiga…
Sin remordimientos y sin pedir perdón.
La Lola.
DNI 05142406-C
Te ha salido un gran artículo. Es un tema lacerante y has dado en la diana en cada párrafo. Qué suerte poder leerte.
En México noticias así son tan frecuentes que ya casi pasan desapercibidas. Lo peor es el amparo de los llamados» usos y costumbres»( verdaderos nichos de impunidad) que dejan desprotegidas a las mujeres( las madres y las niñas)frente a abusos tan notorios que claman al cielo.Las legislaciones en materia penal nada pueden hacer frente a a las alegaciones de esos usos y costumbres ancestrales que prevalecen frente al pisoteo de derechos. Soñar con un mundo de equidad y justicia en México es una actividad totalmente improductiva. Lo peor es lo que dormita en el silencio, en la penumbra de los hogares donde se cometen verdaderas salvajadas contra las niñas mexicanas. La denuncia es prácticamente imposible.
http://www.eluniversal.com.mx/estados/64478.html