Uno
Motivos para sentir indignación y vergüenza. En www.elpais.com
Motivos para sentir indignación y vergüenza. En www.elpais.com
Permitidme que os copia algunos retazos de la introducción que Alberto Manguel ha escrito para Libropesía y otras adicciones (Libros del Silencio), una antología de textos de ficción y ensayos «a propósito de los vicios y enfermedades del libro y de sus moradores». Es una delicia que os recomiendo, no llega a las 150 páginas pero es oro puro para los amantes de la lectura.
Reflexiona Manguel, y con razón:
«Leemos el libro del mundo como si cada uno de sus elementos nos contase una historia, y fabricamos cuentos para saber cómo son el amor, la muerte, el bienestar, la desdicha, en muchos casos aún antes de que ocurran. Un lector de Moby Dick o de El castillo sabe que no toda búsqueda debe alcanzar su meta para trunfar; un lector de Germinal o de Don Quijote entiende que un desenlace trágico no desmerece una empresa justa (…) Sin las fáciles soluciones de un catequismo o de un dogma, la lectura literaria nos ayuda a conocer el mundo».
Y añade: «Curiosamente, desconfiamos de tal enseñanza y preferimos creer en la realidad de símbolos sin contenido. Los números que recorren (…) los tableros de la bolsa de comercio y de las agencias financieras -números que se supone son la encarnación de colosales sumas de dinero virtual, nunca visto ni manipulado- tienen mayor peso y fuerza en nuestra imaginación colectiva que las personas y hazañas concretamente simbólicas, arraigadas en ancestrales conocimientos e intuiciones, como la figura de Ulises y la eterna Guerra de Troya».
Sigue Manguel: «Recientes estudios han revelado que los jóvenes de hoy reconocen unos 10.000 nombres de productos comerciales, mientras que los vocabularios mitológicos, literarios y artísticos les son casi por entero desconocidos».
Me parece que tiene miga.
Y aquí, una pequeña joya para empezar el domingo de buen humor: