Soy Diana

Y creo que, aunque ella no quiere reconocerlo, la jefa está atascada. Siempre le ocurre cuando se acerca a los cien folios. Pero, aunque siempre le ocurre, lo sufre como si fuera la primera vez. No sé qué hacer, francamente. En la novela anterior fumaba narguiles, eso le iba bien. Ahora, encerradas como estamos en un barco en el puto Nilo y rodeadas de indeseables, no sabemos a quién matar, de entre tantas personas como nos hacen entrar las ganas. No se lo digáis, que me he desahogado con vosotros. A ella le gusta llevar ciertas procesiones por dentro.

Por |2012-01-09T19:20:31+01:0009/01/2012|Categorías: intimidad|Etiquetas: |18 Comentarios