La crisis de la izquierda y otras cosas
Que dicen los periódicos sesudos, y a mí no me da la gana repetir esa frase. Es la crisis de los partidos que, llamándose de izquierdas, han olvidado sus raíces y sus motivos de ser. No se trata de mantener posturas revolucionarias ni de quemar una vez más el Palacio de Invierno: siempre se escapa una Anastasia que acabará fastidiando el asunto.
Pero una decente socialdemocracia de izquierdas siempre (en aquellos siempres de antaño) ha constituido un freno para el afán depredador despiadado de la derecha que nunca está en crisis porque, cuando no manda, se está forrando lo mismo.
Como estoy de buen humor, me he entregado a la canción de máxima utopía made in Hollywood, en la película más hippy jamás rodada (hermosa y triste), Camelot (1967, Joshua Logan). Este caballero, a quien debemos joyas cinéfilas, entre ellas Picnic (1955) y Bus Stop (1956), se devanó los sesos para darle una salida al amor a tres, como lo demuestran la peli de la que os hablo y la inolvidable Paint Your Wagon (1969).
Y hablando de pelis hippies, otra que fue total y muy ninguneada: Paseo por el amor y la muerte (John Huston, 1969), la historia de dos enamorados que huyen hacia el mar, en una Europa devastada por la Guerra de los Cien años, cuyo principio no conocieron, cuyo final nunca verán.
Siempre me enterneció la capacidad de estos hombres mayores (Logan tendría ahora 102 años; Huston, 104) para comprender las pasiones y desdichas de la juventud de los 60.