Pesadillas antes de Navidad
Tengo dos pesadillas. En la una suena el ding-dong de la puerta y aparece Eduard Punset con una bolsa de pan de molde. Éstz acaba bien porque acabamos riéndonos mucho, ya que él confiesa no conocer la fórmula del dichoso manjar ecológico.
La segunda es peor. Ding-dong y aparece Judit Mascó, toda dorada ella, con una dorada caja de bombones dorados. Me miro al espejo y soy un deshollinador.
¡Viva Tim Burton, que las hace mejor!