director de comedias inteligentes y muy norteamericanas que triunfó en Hollywood a finales de los 30 y principios de los 40

Para levantar el ánimo con dignidad

Si os debatís entre debates y tenéis mal sabor de boca, os recomiendo que busquéis cualquier película de Preston Sturges y la pongáis en el reproductor o lo que sea que uséis para ver pelis. Especialmente recomendable, Los viajes de Sullivan, de la que siempre hablo, porque tiene la magia de ser una comedia profundamente humana y muy divertida.

Con mi gratitud para la asomadora que me ha dado la idea en Facebook.

González habla, Gallardón escribe y Cospedal hace el ridículo

Tenéis que escuchar, si no lo habéis hecho ya en directo, la entrevista de Felipe González con Carles Francino, de esta mañana, en el Hoy por Hoy de la SER. Lleno de sensatez y de realismo, el ex presidente habla con calma y conocimiento de causa de la crisis económica general, del follón del euro y de las causas estructurales que convierten a nuestro país en un caso aparte. Cómo estará el asunto, que he sentido alivio al comprobar que, al menos, alguien es capaz de extenderse sobre la situación con madurez y responsabilidad.

Otro miembro del establishment, Alberto Ruiz Gallardón, se retrata en El País con un artículo de opinión en el que analiza la deriva de Israel, desde su punto de vista de partidario y amigo del Estado judío. Debo decir que no estoy de acuerdo con él en algunas cosas pero que, en general, firmaría mucho de lo que escribe. Además, el alcalde de Madrid no necesitaba publicar ese artículo: le va a crear enemigos entre los sionistas, porque les da desde donde más les duele, desde el afectuoso coleguismo.

Comparada con estos dos caballeros, la imagen de doña María Dolores de Cospedal y de los Desventurados, con un pañuelo palestino cubriéndole los loewianos hombros, me recuerda -aunque sin la grandeza de Hollywood- aquellos deliciosos trajes de vagabundo, con remiendos simétricos, que el departamento de vestuario de los estudios le proporciona a Joel McCrea en la película Los viajes de Sullivan (ahí va foto de Joel y Veronica Lake, vestidos de cospedálicos).

joel mccrea y verónica lake, disfrazados de vagabundos, en 'sullivan's travels'En aquel filme de 1941, escrito y dirigido por Preston Sturges, el protagonista era un famoso director de comedias cinematográficas (McCrea) que, arrepentido de su frivolidad, se disfrazaba de pobre para adentrarse en el mundo real, en unos Estados Unidos hundidos por la recesión. Pensaba que de sus viajes saldría un maravilloso drama social que denunciaría… Etcétera. Si no habéis visto la peli os la recomiendo super efusivamente.

Pero Sullivan era un bienintencionado; Mari Intifada Cospedal, no. Francamente, prefiero el recuerdo de los variados atavíos de Isabel Tocino a este inesperado desvarío de la joven y fogosa pepera. Ofende bastante. Además, el filme termina bien (con McCrea reconociendo que lo que los humildes necesitan es algo que les haga reirse, es decir una buena comedia), y este misterio  cospedoloroso va a acabar con Fonteovejuna balando mirando a El Escorial y con el Comendador sentado en La Moncloa.