Pos sí. Con cabina telefónica, con coches, con enorme toro de Osborne. Pero está muy bien. Ha salido una producción ágil, entretenida. Lástima que la contralto (Béatrice Uria-Monzón) que hace de Carmen no dé la talla como cantante -aunque sí como actriz y bellezón- y que acabe pareciendo más bien una Leticia impertinente que una mujer libre y bravía. Roberto Alagno, muy bien. Pero lo que está realmente bien son los coros, muy bien vestidos y dirigidos, y la idea general del montaje, que es muy sixties. Porque sí, ese tipo de teatro se hacía en la Barcelona de la Companyia Teatral Adrià Gual y de Ricard Salvat. Sin ópera, pero con canciones: las de Kurt Weill-Bertoldt Brecht. En fin, muy buena noche he pasado. Me voy a la cama. canturrando la Habanera. Parampampán.
Vengo de ver la ‘Carmen’
3 Comments
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Quería ir a verla con mi hija (muy aficionada, ella) pero no sé si nos vamos a encontrar con un show digno del Bagdad (que no sería la primera vez con este director de escena…). Dile a esta madre sufridora, es «apta»?
El hecho de que haya tantas representaciones y tantos horarios disponibles para dicha ópera, da la sensación de que vaya a ser de menos calidad musical y escenográfica.
El problema es que si es en el Liceo puede decepcionar más una actuación mediocre que si es en otro espacio musical.
Ante las puestas en escena de Calixto Bieito no te puedes quedar frio.
O las admiras o las odias.
Yo soy de los que las admiran. He visto varias tanto en teatro como en ópera: la «Carmen» de 1999, «The rack progres» de Stravinski, su «Macbeth» en la Sicilia casi actual, hasta un «Barberillo de Lavapies» muy divertido y hasta «Tirant lo blanch» en catalán. Siempre sali con la sensación de haber acertado.