Con este artículo magnífico de Olga Rodríguez creo que se apagan todos los sueños y las utopías generadas por la revolución en Egipto. Lo que tenía Tahrir de liberación del opresor no es más que una continuación de la junta militar(asida con dientes al «huesote» del poder) y unos Hermanos Musulmanes que,organizados desde siempre,consiguen destacarse sobre unos partidos políticos en fase embrionaria y carentes de «rodaje»para ofrecerse como alternativa. Una pena para una juventud árabe que anhelaba un futuro mejor para todos los egipcios.
Con este artículo magnífico de Olga Rodríguez creo que se apagan todos los sueños y las utopías generadas por la revolución en Egipto. Lo que tenía Tahrir de liberación del opresor no es más que una continuación de la junta militar(asida con dientes al «huesote» del poder) y unos Hermanos Musulmanes que,organizados desde siempre,consiguen destacarse sobre unos partidos políticos en fase embrionaria y carentes de «rodaje»para ofrecerse como alternativa. Una pena para una juventud árabe que anhelaba un futuro mejor para todos los egipcios.