Y luego hablan de proceso de convergencia europea. Estas cifras más bien divergen
Aurora 11 julio, 2012 en 14:10
Más comparaciones:
año 2007 en Francia: población en depresión por la situación de la economía, con una tasa de desempleo alrededor del 9%, nunca antes tan alta.
año 2007 en España: euforia en la población por la magnífica situación de la economía, con una tasa desempleo alrededor del… 9%, nunca antes tan baja. La burbuja en todo su esplendor. De aquellos polvos estos lodos.
María Luisa 11 julio, 2012 en 14:48
Es que se trata de comberjencia.
María Luisa 11 julio, 2012 en 14:49
También del alanceo de ciudadanos.
María Luisa 11 julio, 2012 en 14:56
Bla bla bla bla y bla
Keynesiana 11 julio, 2012 en 15:17
Maruja, más claro agua.
Me ha parecido bochornoso ver a la bancada del PP en el Congreso aplaudiendo a más no poder la intervención del Sr. Rajoy anunciando los recortes. ¡Qué forma de provocar!
Y lo peor es que todos estos recortes sobre los más débiles únicamente nos va a llevar a agravar (aún más) las cifras de desempleo, y a que la clase media española sea una especie en vías de extinción. ¿Vamos a permitirlo? Cada día estamos perdiendo derechos que han costado muchos años conseguir. Espero que no nos quedemos en nuestras casas de brazos cruzados.
Ahora más que nunca, se me pone la «carne de gallina». Titulo, por cierto, muy apropiado de una película de Javier Maqua (2002). Supongo que la conoceréis. Para los que no, os la recomiendo fervientemente. Grabada bajo el telón de fondo de las cuencas mineras asturianas adquiere, hoy como ayer, un tinte gris impregnado del barniz más actual. Eso sí, para hacer menos amarga la historia se hace uso de un agudo humor negro.
AnnaGB 11 julio, 2012 en 21:06
Hablaís de alanceo de personas, a lo mejor Wert lo considera una actividad de interés cultural, como el alanceo de jabalíes y, a partir de ahora, se subvenciona y se promueve.
Carmen O 11 julio, 2012 en 22:03
Esto va explotar!
Lola 11 julio, 2012 en 22:45
También yo, como Keynesiana, me quedé estupefacta ante esos aplausos… una actitud incomprensible…
Javier 11 julio, 2012 en 23:20
Este ya no es mi país. Esta ya no es la Europa a la quiero pertenecer. Este es el país de las amnistias a los narcotraficantes y clanes mafiosos internacionales. Es el país donde se castiga al pequeño delito y se deja en la impunidad los grandes saqueos financieros y económicos. Es un país donde se oculta las estafas bancarias, se dilapidan los recursos públicos, se intermedian y comisionean las infraestructuras con cargo al Presupuesto. Europa es la Europa de los grandes corporaciones trasnacionales, de élites dirigentes obscenas y delincuentes, de organos burocráticos y rancios que gobiernan contra el ciudadano. Tampoco es la Europa a la que deseo pertenecer.
María Luisa 12 julio, 2012 en 8:47
Javier: suscribo tus palabras.
Laura 12 julio, 2012 en 11:03
Es hora de perder el miedo ¿porqué les dejamos? ¿qué hacemos sentados, perdiendo la oportunidad excepcional de imitar a los mineros, coger un petate y empezar a andar?. Desempleados, desahuciados, indignados ….. dónde mejor que todos unidos caminando para defender lo nuestro. Tomar las calles y caminos, una marcha de protesta sin precedentes, un destino vacacional inolvidable. Es el momento de luchar por una sociedad justa y solidaria.
AnnaGB 12 julio, 2012 en 13:28
Javier, este es el país donde nadie pide perdón. Nadie se disculpa. Nadie se arrepiente
Raul Fernandez Justo 12 julio, 2012 en 19:28
Laura: Total y absolutamente de acuerdo contigo. No se puede decir mejor.
aracne 12 julio, 2012 en 22:16
Javier, más razón que un ciudadano avisado. Claro, la «Europa de los mercaderes» que se decía pero no se quiso escuchar. La deriva era predecible sin necesidad de profetas ni adivinos. Esa Europa entrevista nunca contó con mi voto. Anna, qué cosas dices, qué palabras tan antiguas: «arrepentimieto», «perdón». ¡Pero si cada uno es libre de tener su opinión! y hay que hacer los deberes porque es lo que hay. Siendo así como es y estando como estamos en el mejor de los mundos no solamente posibles sino imaginables ¿de qué y a quin hay que pedir perdón, ante quien disculparse si cada uno es cada uno. Se nos olvida que vivimos en el reino y la era de los Derechos Humanos. Y tan humano es el canalla como el honesto; el especulador como el hombre de industria. Hemos decidido que todos somos buenos, muy tolerantes porque compartimos intereses y por por tanto la lucha de clases es cosa del pasado, una antigualla político-moral. Pues eso, cada uno hace lo que quiere y puede y los demás a esperar su turno, perfectamente regulado. Ya digo, el mejor de los mundos. No ha lugar para pedir ni otorgar perdón, en todo caso alguna que otra indulgencia. Me viene ahora mismo a la memoria el personaje del Labrador, en el Gran Teatro del Mundo: «Péseme que no me pese no haber cumplido mi papel mejor». Y, sin embargo, Anna, tienes toda la razón en tu dolorida observación. Y es que la «soberbia», aquella «hybris» que decían los griegos, en mayor o menor grado, nos afecta a todos, no solo a la «nobleza» representada ejemplarmente por Dª Esperanza Aguirre.
aracne 12 julio, 2012 en 22:52
Tanquilo, Raúl, que Espartaco ya está entre nosotros, haciendo los últimos preparativos para emprender la marcha. Le acompañan los hermanos Graco y ¡el «noble» Catilina! que peleó en las altas esferas por la condonación de la deuda y por la composición de los tribunales de justicia y del Senado amén de otras cosas. Vendrán todos los muertos, tan vivitos y coleando que a los zombis que somos nos va a dar un telele, y unos calambres que nos van a poner a cien. La cuestión está en que sepamos reconocer a nuestros muertos. Esperemos que sí porque si los vivos y los vivales no nos gustan y no sabemos reconocer a nuestros desaparecidos y olvidados, entonces apaga y vámonos y que el Tren de Alta Velocidad del fascio nos coja confesados y arrepentidos como quiere el Señor y Anna.
aracne 13 julio, 2012 en 0:23
¡Los aplausos en el Parlamento! qué gesto más expresivo y sintomático de la degradación política, de la insensibilidad, del sadismo moral, ese sadismo que brota de las «gélidas aguas del cálculo egoista». ¡Qué vergüenza! No debemos olvidar esa imagen. Laura, estupendo. De acuerdo. Yo no podré andar mucho pero podría estar en la retaguardia, haciendo alguna de las muchas cosas necesarias. Imitar a los mineros, dices. Conviene no olvidar que los mineros echaron a andar porque están en HUELGA INDEFINIDA. La huelga sigue siendo, hoy más que nunca, el camino áureo de la lucha contra la explotación y la opresión implacable del modo de producción capitalista. Y digo más que nunca precisamente porque hay tantos «parados» forzosos, tantos desahuciados, tanto lumpen-proletariat (hoy precarios y excluidos). La huelga hoy, significa decir: yo también soy un parado, un aparcado. (Las mujeres, poniéndonos en el lugar de las «otras» decíamos en tiempos: «¡Yo también he abortado!»). La huelga significa decir: Trabajar todos pero menos, porque lo único que hay que «distribuir» y repartir es el trabajo mediante la reducción de la jornada laboral. La reducción de la jornada laboral ha supuesto siempre un desarrollo de la producción y un aumento de la riqueza y de la calidad de vida. Haya huelgas mil y todo lo demás se dará por añadidura: iniciativas de organización y de formas de relación inéditas, creativas. La huelga no es sólo un arma de lucha contra el enemigo de clase, sino una escuela libre de conocimiento, de desarrollo y descubrimiento de la conciencia propia y de los otros. Un desencadenante de la inventiva y de la inustria humana. La huelga si no existiera, si no tuviera ya una tradición, habría que inventarla. La huelga, hoy, es además una respuesta, una contraposición o posición contra la posición y exposición de la «Troika» esa Santísima Trinidad que decretó que los partidos políticos, los sindicatos y las huelgas son contraproducentes. Y, en efecto, la Troika por ser un Dios Uno y Trino, alguna razón tiene, porque la huelga mina, socava los fundamentos de la producción capitalista y sus modelos de pasarela. Por tanto, huelga para echar a andar y hacer camino. Creo recordar que en la Alemania de finales de los 90 surgió una «Asociación de parados felices». Me hizo mucha gracia la iniciativa. No se me había ocurrido algo así… Laura, manos a la obra, para dar el salto de la ocurrencia a la organización. A medida que pasen los días, los meses y los años, nos daremos más cuenta del «valor» de la huelga y del «paseo» de los mineros contra el talón dehierro. La carga símbólica es demasiado fuerte. Se necesita tiempo para asimilarla. Pero ya va cundiendo…Y es que la belleza es siempre muy expansiva.
AnnaGB 13 julio, 2012 en 13:13
aracne es cierto lo que dices, no hay conciencia de clase y eso más que progreso es un grave handicap. Hay personas que no asumen que pertenecen a la clase obrera por el simple hecho de que viven en un adosado, asocian obrero a pobreza y no siempre es así. Son muchísimos que no entienden que el enriquecimiento material si no va acompañado de enriquecimiento intelectual no es evolución, Creo que ésta falta de conciencia de cuál es nuestro sitio es lo que hace que las gentes no estén en las calles mostrando su ira o solidaridad con los que están en el mismo barco.
Y luego hablan de proceso de convergencia europea. Estas cifras más bien divergen
Más comparaciones:
año 2007 en Francia: población en depresión por la situación de la economía, con una tasa de desempleo alrededor del 9%, nunca antes tan alta.
año 2007 en España: euforia en la población por la magnífica situación de la economía, con una tasa desempleo alrededor del… 9%, nunca antes tan baja. La burbuja en todo su esplendor. De aquellos polvos estos lodos.
Es que se trata de comberjencia.
También del alanceo de ciudadanos.
Bla bla bla bla y bla
Maruja, más claro agua.
Me ha parecido bochornoso ver a la bancada del PP en el Congreso aplaudiendo a más no poder la intervención del Sr. Rajoy anunciando los recortes. ¡Qué forma de provocar!
Y lo peor es que todos estos recortes sobre los más débiles únicamente nos va a llevar a agravar (aún más) las cifras de desempleo, y a que la clase media española sea una especie en vías de extinción. ¿Vamos a permitirlo? Cada día estamos perdiendo derechos que han costado muchos años conseguir. Espero que no nos quedemos en nuestras casas de brazos cruzados.
Sí, también comparando actitudes:
http://www.huffingtonpost.es/2012/07/11/aplausos-en-espana-lagrimas-italia_n_1664442.html?ref=topbar
Ésto no tiene nada que ver con el IVA, pero al menos alguien en el gobierno ha tenido un instante de sensatez. Imágenes de nuestro embajador en Polonia http://www.youtube.com/watch?v=_l0pLqnA9No&feature=player_embedded
La respuesta ha sido rápida http://www.boe.es/boe/dias/2012/07/10/pdfs/BOE-A-2012-9222.pdf
¿Alguna sugerencia a que país se le puede enviar?
«No hay un Espartaco que entre a saco…o tós pa Gambia…»
http://youtu.be/w9eE4hia1G4
Ahora más que nunca, se me pone la «carne de gallina». Titulo, por cierto, muy apropiado de una película de Javier Maqua (2002). Supongo que la conoceréis. Para los que no, os la recomiendo fervientemente. Grabada bajo el telón de fondo de las cuencas mineras asturianas adquiere, hoy como ayer, un tinte gris impregnado del barniz más actual. Eso sí, para hacer menos amarga la historia se hace uso de un agudo humor negro.
Hablaís de alanceo de personas, a lo mejor Wert lo considera una actividad de interés cultural, como el alanceo de jabalíes y, a partir de ahora, se subvenciona y se promueve.
Esto va explotar!
También yo, como Keynesiana, me quedé estupefacta ante esos aplausos… una actitud incomprensible…
Este ya no es mi país. Esta ya no es la Europa a la quiero pertenecer. Este es el país de las amnistias a los narcotraficantes y clanes mafiosos internacionales. Es el país donde se castiga al pequeño delito y se deja en la impunidad los grandes saqueos financieros y económicos. Es un país donde se oculta las estafas bancarias, se dilapidan los recursos públicos, se intermedian y comisionean las infraestructuras con cargo al Presupuesto. Europa es la Europa de los grandes corporaciones trasnacionales, de élites dirigentes obscenas y delincuentes, de organos burocráticos y rancios que gobiernan contra el ciudadano. Tampoco es la Europa a la que deseo pertenecer.
Javier: suscribo tus palabras.
Es hora de perder el miedo ¿porqué les dejamos? ¿qué hacemos sentados, perdiendo la oportunidad excepcional de imitar a los mineros, coger un petate y empezar a andar?. Desempleados, desahuciados, indignados ….. dónde mejor que todos unidos caminando para defender lo nuestro. Tomar las calles y caminos, una marcha de protesta sin precedentes, un destino vacacional inolvidable. Es el momento de luchar por una sociedad justa y solidaria.
Javier, este es el país donde nadie pide perdón. Nadie se disculpa. Nadie se arrepiente
Laura: Total y absolutamente de acuerdo contigo. No se puede decir mejor.
Javier, más razón que un ciudadano avisado. Claro, la «Europa de los mercaderes» que se decía pero no se quiso escuchar. La deriva era predecible sin necesidad de profetas ni adivinos. Esa Europa entrevista nunca contó con mi voto.
Anna, qué cosas dices, qué palabras tan antiguas: «arrepentimieto», «perdón». ¡Pero si cada uno es libre de tener su opinión! y hay que hacer los deberes porque es lo que hay. Siendo así como es y estando como estamos en el mejor de los mundos no solamente posibles sino imaginables ¿de qué y a quin hay que pedir perdón, ante quien disculparse si cada uno es cada uno. Se nos olvida que vivimos en el reino y la era de los Derechos Humanos. Y tan humano es el canalla como el honesto; el especulador como el hombre de industria. Hemos decidido que todos somos buenos, muy tolerantes porque compartimos intereses y por por tanto la lucha de clases es cosa del pasado, una antigualla político-moral. Pues eso, cada uno hace lo que quiere y puede y los demás a esperar su turno, perfectamente regulado. Ya digo, el mejor de los mundos. No ha lugar para pedir ni otorgar perdón, en todo caso alguna que otra indulgencia. Me viene ahora mismo a la memoria el personaje del Labrador, en el Gran Teatro del Mundo: «Péseme que no me pese no haber cumplido mi papel mejor».
Y, sin embargo, Anna, tienes toda la razón en tu dolorida observación. Y es que la «soberbia», aquella «hybris» que decían los griegos, en mayor o menor grado, nos afecta a todos, no solo a la «nobleza» representada ejemplarmente por Dª Esperanza Aguirre.
Tanquilo, Raúl, que Espartaco ya está entre nosotros, haciendo los últimos preparativos para emprender la marcha. Le acompañan los hermanos Graco y ¡el «noble» Catilina! que peleó en las altas esferas por la condonación de la deuda y por la composición de los tribunales de justicia y del Senado amén de otras cosas. Vendrán todos los muertos, tan vivitos y coleando que a los zombis que somos nos va a dar un telele, y unos calambres que nos van a poner a cien. La cuestión está en que sepamos reconocer a nuestros muertos. Esperemos que sí porque si los vivos y los vivales no nos gustan y no sabemos reconocer a nuestros desaparecidos y olvidados, entonces apaga y vámonos y que el Tren de Alta Velocidad del fascio nos coja confesados y arrepentidos como quiere el Señor y Anna.
¡Los aplausos en el Parlamento! qué gesto más expresivo y sintomático de la degradación política, de la insensibilidad, del sadismo moral, ese sadismo que brota de las «gélidas aguas del cálculo egoista». ¡Qué vergüenza! No debemos olvidar esa imagen.
Laura, estupendo. De acuerdo. Yo no podré andar mucho pero podría estar en la retaguardia, haciendo alguna de las muchas cosas necesarias.
Imitar a los mineros, dices. Conviene no olvidar que los mineros echaron a andar porque están en HUELGA INDEFINIDA. La huelga sigue siendo, hoy más que nunca, el camino áureo de la lucha contra la explotación y la opresión implacable del modo de producción capitalista. Y digo más que nunca precisamente porque hay tantos «parados» forzosos, tantos desahuciados, tanto lumpen-proletariat (hoy precarios y excluidos). La huelga hoy, significa decir: yo también soy un parado, un aparcado. (Las mujeres, poniéndonos en el lugar de las «otras» decíamos en tiempos: «¡Yo también he abortado!»). La huelga significa decir: Trabajar todos pero menos, porque lo único que hay que «distribuir» y repartir es el trabajo mediante la reducción de la jornada laboral. La reducción de la jornada laboral ha supuesto siempre un desarrollo de la producción y un aumento de la riqueza y de la calidad de vida.
Haya huelgas mil y todo lo demás se dará por añadidura: iniciativas de organización y de formas de relación inéditas, creativas. La huelga no es sólo un arma de lucha contra el enemigo de clase, sino una escuela libre de conocimiento, de desarrollo y descubrimiento de la conciencia propia y de los otros. Un desencadenante de la inventiva y de la inustria humana. La huelga si no existiera, si no tuviera ya una tradición, habría que inventarla. La huelga, hoy, es además una respuesta, una contraposición o posición contra la posición y exposición de la «Troika» esa Santísima Trinidad que decretó que los partidos políticos, los sindicatos y las huelgas son contraproducentes. Y, en efecto, la Troika por ser un Dios Uno y Trino, alguna razón tiene, porque la huelga mina, socava los fundamentos de la producción capitalista y sus modelos de pasarela.
Por tanto, huelga para echar a andar y hacer camino.
Creo recordar que en la Alemania de finales de los 90 surgió una «Asociación de parados felices». Me hizo mucha gracia la iniciativa. No se me había ocurrido algo así…
Laura, manos a la obra, para dar el salto de la ocurrencia a la organización.
A medida que pasen los días, los meses y los años, nos daremos más cuenta del «valor» de la huelga y del «paseo» de los mineros contra el talón dehierro. La carga símbólica es demasiado fuerte. Se necesita tiempo para asimilarla. Pero ya va cundiendo…Y es que la belleza es siempre muy expansiva.
aracne es cierto lo que dices, no hay conciencia de clase y eso más que progreso es un grave handicap. Hay personas que no asumen que pertenecen a la clase obrera por el simple hecho de que viven en un adosado, asocian obrero a pobreza y no siempre es así. Son muchísimos que no entienden que el enriquecimiento material si no va acompañado de enriquecimiento intelectual no es evolución, Creo que ésta falta de conciencia de cuál es nuestro sitio es lo que hace que las gentes no estén en las calles mostrando su ira o solidaridad con los que están en el mismo barco.