En España, país donde está sucediendo esto, que es muy lisérgico por digital que sea o esto otro (una fase más del exitoso tsunami movido por Trillo contra el juez que investigó la gurtelera)… ¿sería posible que se diese un hecho así?
En este contexto el artículo de Ramoneda no pasa de ser una mera glosa de la lamida/editorial de ayer.
Pd/ Adónde vamos con esto
Art. 14 – Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Art. 56.3 – La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
María Luisa 5 marzo, 2012 en 12:51
En realidad el anterior comentario era para la entrada también anterior. No sé, debe ser que he visto sangre azul y se me han nublado las mientes pensando si seremos o no todos los españoles iguales.
Manoli. 5 marzo, 2012 en 14:00
Ramoneda dice muy bien que el cuestionamiento de la Monarquía quedará relegado usando la crisis como problema prioritario de España. Por cierto, lamentable el editorial de ayer del El País que más bien parecía escrito al dictado de la Casa Real. El caso Urdangarín en sí no cuestionaría la monarquía; ya sabemos que una república también puede adolecer del mal de la corrupción, pero este momento es muy oportuno para debatir si deseamos una república y desvelar los tabúes de la Monarquía española (desde el 23F a la fortuna del mismo rey). ¿Tanto pierde Prisa por arrojar luz sobre este tema?.
AnnaGB 5 marzo, 2012 en 16:58
Lo de la desaparición de la monarquia, creo que es un tema que necesitaría de un gran consenso y aceptación. La constitución debería recoger, de forma muy clara, el proceso de elección de un jefe de estado y también muy claras sus responsabilidades. A mí me asusta que el jefe del estado pueda pasar a ser otro tema negociable entre partidos, en plan de favor por favor y que pueda resultar ser otro corrupto el elegido. Al menos a Juan Carlos no lo elegimos nosotros. Es complicado, sabiendo que un número muy elevado de españoles son monárquicos. No me gustaría el papel que podría jugar de la extrema derecha en este proceso. Creo que me da miedo dejar en mano de nuestros políticos actuales y recientes una decisión de esta envergadura. Y es que ahora ya no me fío de nadie, y menos de un advenedizo.
Raúl Fernández Justo 5 marzo, 2012 en 17:26
«La desmitificación de la institución a ojos de los ciudadanos». Esta es la consecuencia más evidente de todo este «merequetengue». Por activa o por pasiva la Casa pierde…¡hagan juego señores, no va más!
BENJAMIN 5 marzo, 2012 en 18:18
Debemos hacer todo lo posible para que desaparezca «El País». ¡Que El País, Prisa entero!. De ésta forma -una vez caido «Público»- nos quedaremos totalmente ciegos. Ya no habrá más artículos de Maruja Torres, Almudena Grandes -roja donde las haya- Josep Ramoneda y todos los demás que con mayor o menor fortuna pueden seguir exponiendo sus pensamientos e ideas a través de sus páginas. Digo ésto pensando en que no los veo en «El Mundo», «La Razón» o similares como otras ‘viejas plumas’ que ahora espotrican al dictado de sus jefes con toda la ‘sabiduría’ de que son capaces. Cabreados sí. Pero mantengamos la calma.
Krust 5 marzo, 2012 en 21:51
Pues si el invierno de la monarquía ha sido chungo, no quiero ni pensar la primavera que les espera… Lo peor que le podía pasar al borbón, a inminente plazo, sería someterse al referéndum público de una Final de Copa del Rey entre el Athletic Club de Bilbao y el Barça. Y van y la disputaran precisamente estos dos equipos, que cosas… Si es que no alega cualquier lesión para no presentarse a entregar el trofeo que lleva su nombre, que todo es posible. Hasta me creería que enviara al yerno, la infanta, o incluso al abdicable en su representación.
* Por cierto, Txomin, ¿Se sabe ya donde silbamos?, quiero decir… donde jugamos. Suerte!
tini 5 marzo, 2012 en 22:08
De acuerdo, Benjamín. En los cenáculos de la ultra se juega con el caso para que la República sea posible, con un Messieu Le President que usa bigote y luce larga cabellera. De siempre, La Falange fué antimonárquica…siempre con la revolución pendiente que decía J.A. Primo de R. Cuando la 2ª República confluyeron muchos grupos descontentos que permitieron aires de progreso. Pero me temo que hoy, los aires soplan bien diferentes. Así que, yo que soy racionalmente antimonárquica, no invierto energías en conseguirla por más que sepa que «la corona» como institución da cobertura al sistema que nos tiene como nos tiene.
Raúl Fernández Justo 5 marzo, 2012 en 22:41
María Luisa: Lo de Islandia sería el sueño guajiro de cualquier demócrata¿Cómo no va a ser posible exigir responsabilidades por decisiones que llevan a la ruina a todo un país? Al parecer el que deja el cargo queda eximido, de por vida,con una inmunidad consuetudinaria aceptada por toda la sociedad. Es una deuda pendiente que hay que pagar algún día.
Txomin Goitibera 5 marzo, 2012 en 22:45
No sé, no es tanto la corona como la constitución. Y la constitución a estas alturas no vale ni el papel en que está escrita.
Don Juan, yo la amaba sí; mas con lo que habéis osado, imposible la háis dejado para vos y para mí
Raúl Fernández Justo 5 marzo, 2012 en 22:46
Txomin: Muy de acuerdo con lo de los consensos constitucionales hechos añicos en el tema de la reforma constitucional. Hoy no se puede esgrimir el argumento de aquel pacto entre las fuerzas políticas para realizar reformas a la Constitución. En el caso de la Corona de España, cuando se tenga que derogar la «ley Sálica» vigente-y no va a quedar de otra- se verá si lo que se cuestiona o no es a la propia institución monárquica. Hacen todo tan mal que les va a salir más caro el caldo que las albóndigas.
Aracne 6 marzo, 2012 en 1:38
Ramoneda, no ha tenido su mejor día con este artículo. También creo, como Txomin, que no es tanto la Corona como la Constitución y el funcionamiento democrático a todos los niveles, que progresiva y exponencialmente están saliendo tan malparados… Tengamos presente el ambiente y los tiempos regresivos en que vivimos. Cuando las Autonomías, el Municipio, los sindicatos fallan solo queda el amparo de la familia y un paterfamilias generoso y amable. El papá Rey y su familia, la Corona es la casa, refugio, la «salvatio»o lugar inmune que el imaginario colectivo necesita para seguir viviendo, sin pensar mucho. El caso Urdangarín, está sirviendo para sostener a la buena Monarquia… Hoy en la «Ventana» de la SER, diálogo entre Herrero de Miñón y Peces Barba. Ambos en la línea monárquicamente correcta. Peces Barba insistía en que la contestación a la Institución es minoritaria, de una cierta izquierda,pero sin apoyo real o muy escaso. (Se permitió incluso poner un ejemplo, una anécdota que, por vergüenza ajena no repito aquí). Gemma interviene diciendo que ahora no solo es la izquierda sino también la derecha la que se está cuestionando la Corona. Peces Barba: sí, claro los fascistas…Dio a entender con toda claridad que la crítica y la puesta en cuestión del estatus de nuestro Rey y su monarquía es sólo cosa de fascistas. ¡Vaya «lapsus» del inconsciente y la memoria!. Que vengan Freud y Marx y lo vean. Me asombra y maravilla y me da miedo y me causa un repelús imponente la metralla que lleva dentro la sensatez de los bienpensantes… Bien, pues aunque sea sin república y sin aspiración a ella, Salud
Txomin Goitibera 6 marzo, 2012 en 8:31
Aracne. ¿Y qué otra cosa podría decir don Gregorio? Lo que no dice PRISA es que lo sustancial no son las posturas explícitamente antimonárquicas -no pongo en duda que sean minoritarias- sino la falta de entusiasmo monárquico entre la población. Esa es la realidad que no se puede alterar por más editoriales abeceísticos que publique El País
CBT 6 marzo, 2012 en 20:32
«Como éramos pocos parió la abuela». Que conste que a mí la Monarquía me importa un rábano, pero, dicho esto, considero que plantearse ahora cambios institucionales está fuera del interés general. Y no digamos de la inconveniencia económica que tal proyecto traería en estos momentos.
El tema Urdangariano ha venido muy a huevo para convertir en terrenales a esa familia tan intangible. Y reclamar que la trasparencia sea el estado natural del servicio público que ejecutan. Todo ello se cuestionará solo según la trayectoria evolutiva de los hechos mostrados y pendientes de enjuiciar y del novelón clausurado. La sentencia pública, según lo que acontezca, será la que a su tiempo planteará qué hacer con la ‘Corona’.
Lo de meter a “El País” en este fregao para restregarle que si esto y aquello y lo de más allá, pues, vale, pero una cosa es criticar lo que no nos parezca correcto y otra desprestigiar en toda regla a un medio que nos saca bastante de la mediocridad general.
En España, país donde está sucediendo esto, que es muy lisérgico por digital que sea o esto otro (una fase más del exitoso tsunami movido por Trillo contra el juez que investigó la gurtelera)… ¿sería posible que se diese un hecho así?
Hay un factor más. Los llamados consenesos constitucionales saltaron hechos añicos este verano. No era tan sagrada ni tan intocable. No era para tirar cohetes desde luego, pero había un cierto temor reverencial que ya no rige. Los primeros en pasársela por el forro fueron losdosgrandespartidos. http://www.publico.es/espana/392666/internet-se-moviliza-para-solicitar-el-referendum-y-reune-miles-de-firmas.
En este contexto el artículo de Ramoneda no pasa de ser una mera glosa de la lamida/editorial de ayer.
Pd/ Adónde vamos con esto
Art. 14 – Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Art. 56.3 – La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
En realidad el anterior comentario era para la entrada también anterior. No sé, debe ser que he visto sangre azul y se me han nublado las mientes pensando si seremos o no todos los españoles iguales.
Ramoneda dice muy bien que el cuestionamiento de la Monarquía quedará relegado usando la crisis como problema prioritario de España. Por cierto, lamentable el editorial de ayer del El País que más bien parecía escrito al dictado de la Casa Real. El caso Urdangarín en sí no cuestionaría la monarquía; ya sabemos que una república también puede adolecer del mal de la corrupción, pero este momento es muy oportuno para debatir si deseamos una república y desvelar los tabúes de la Monarquía española (desde el 23F a la fortuna del mismo rey). ¿Tanto pierde Prisa por arrojar luz sobre este tema?.
Lo de la desaparición de la monarquia, creo que es un tema que necesitaría de un gran consenso y aceptación. La constitución debería recoger, de forma muy clara, el proceso de elección de un jefe de estado y también muy claras sus responsabilidades. A mí me asusta que el jefe del estado pueda pasar a ser otro tema negociable entre partidos, en plan de favor por favor y que pueda resultar ser otro corrupto el elegido. Al menos a Juan Carlos no lo elegimos nosotros.
Es complicado, sabiendo que un número muy elevado de españoles son monárquicos. No me gustaría el papel que podría jugar de la extrema derecha en este proceso. Creo que me da miedo dejar en mano de nuestros políticos actuales y recientes una decisión de esta envergadura. Y es que ahora ya no me fío de nadie, y menos de un advenedizo.
«La desmitificación de la institución a ojos de los ciudadanos». Esta es la consecuencia más evidente de todo este «merequetengue». Por activa o por pasiva la Casa pierde…¡hagan juego señores, no va más!
Debemos hacer todo lo posible para que desaparezca «El País». ¡Que El País, Prisa entero!. De ésta forma -una vez caido «Público»- nos quedaremos totalmente ciegos. Ya no habrá más artículos de Maruja Torres, Almudena Grandes -roja donde las haya- Josep Ramoneda y todos los demás que con mayor o menor fortuna pueden seguir exponiendo sus pensamientos e ideas a través de sus páginas. Digo ésto pensando en que no los veo en «El Mundo», «La Razón» o similares como otras ‘viejas plumas’ que ahora espotrican al dictado de sus jefes con toda la ‘sabiduría’ de que son capaces. Cabreados sí. Pero mantengamos la calma.
Pues si el invierno de la monarquía ha sido chungo, no quiero ni pensar la primavera que les espera…
Lo peor que le podía pasar al borbón, a inminente plazo, sería someterse al referéndum público de una Final de Copa del Rey entre el Athletic Club de Bilbao y el Barça. Y van y la disputaran precisamente estos dos equipos, que cosas…
Si es que no alega cualquier lesión para no presentarse a entregar el trofeo que lleva su nombre, que todo es posible. Hasta me creería que enviara al yerno, la infanta, o incluso al abdicable en su representación.
* Por cierto, Txomin, ¿Se sabe ya donde silbamos?, quiero decir… donde jugamos. Suerte!
De acuerdo, Benjamín.
En los cenáculos de la ultra se juega con el caso para que la República sea posible, con un Messieu Le President que usa bigote y luce larga cabellera. De siempre, La Falange fué antimonárquica…siempre con la revolución pendiente que decía J.A. Primo de R.
Cuando la 2ª República confluyeron muchos grupos descontentos que permitieron aires de progreso. Pero me temo que hoy, los aires soplan bien diferentes.
Así que, yo que soy racionalmente antimonárquica, no invierto energías en conseguirla por más que sepa que «la corona» como institución da cobertura al sistema que nos tiene como nos tiene.
María Luisa: Lo de Islandia sería el sueño guajiro de cualquier demócrata¿Cómo no va a ser posible exigir responsabilidades por decisiones que llevan a la ruina a todo un país? Al parecer el que deja el cargo queda eximido, de por vida,con una inmunidad consuetudinaria aceptada por toda la sociedad. Es una deuda pendiente que hay que pagar algún día.
No sé, no es tanto la corona como la constitución. Y la constitución a estas alturas no vale ni el papel en que está escrita.
Don Juan, yo la amaba sí;
mas con lo que habéis osado,
imposible la háis dejado
para vos y para mí
Txomin: Muy de acuerdo con lo de los consensos constitucionales hechos añicos en el tema de la reforma constitucional. Hoy no se puede esgrimir el argumento de aquel pacto entre las fuerzas políticas para realizar reformas a la Constitución. En el caso de la Corona de España, cuando se tenga que derogar la «ley Sálica» vigente-y no va a quedar de otra- se verá si lo que se cuestiona o no es a la propia institución monárquica. Hacen todo tan mal que les va a salir más caro el caldo que las albóndigas.
Ramoneda, no ha tenido su mejor día con este artículo. También creo, como Txomin, que no es tanto la Corona como la Constitución y el funcionamiento democrático a todos los niveles, que progresiva y exponencialmente están saliendo tan malparados…
Tengamos presente el ambiente y los tiempos regresivos en que vivimos. Cuando las Autonomías, el Municipio, los sindicatos fallan solo queda el amparo de la familia y un paterfamilias generoso y amable. El papá Rey y su familia, la Corona es la casa, refugio, la «salvatio»o lugar inmune que el imaginario colectivo necesita para seguir viviendo, sin pensar mucho.
El caso Urdangarín, está sirviendo para sostener a la buena Monarquia…
Hoy en la «Ventana» de la SER, diálogo entre Herrero de Miñón y Peces Barba. Ambos en la línea monárquicamente correcta. Peces Barba insistía en que la contestación a la Institución es minoritaria, de una cierta izquierda,pero sin apoyo real o muy escaso. (Se permitió incluso poner un ejemplo, una anécdota que, por vergüenza ajena no repito aquí). Gemma interviene diciendo que ahora no solo es la izquierda sino también la derecha la que se está cuestionando la Corona. Peces Barba: sí, claro los fascistas…Dio a entender con toda claridad que la crítica y la puesta en cuestión del estatus de nuestro Rey y su monarquía es sólo cosa de fascistas.
¡Vaya «lapsus» del inconsciente y la memoria!. Que vengan Freud y Marx y lo vean.
Me asombra y maravilla y me da miedo y me causa un repelús imponente la metralla que lleva dentro la sensatez de los bienpensantes…
Bien, pues aunque sea sin república y sin aspiración a ella,
Salud
Aracne. ¿Y qué otra cosa podría decir don Gregorio? Lo que no dice PRISA es que lo sustancial no son las posturas explícitamente antimonárquicas -no pongo en duda que sean minoritarias- sino la falta de entusiasmo monárquico entre la población. Esa es la realidad que no se puede alterar por más editoriales abeceísticos que publique El País
«Como éramos pocos parió la abuela». Que conste que a mí la Monarquía me importa un rábano, pero, dicho esto, considero que plantearse ahora cambios institucionales está fuera del interés general. Y no digamos de la inconveniencia económica que tal proyecto traería en estos momentos.
El tema Urdangariano ha venido muy a huevo para convertir en terrenales a esa familia tan intangible. Y reclamar que la trasparencia sea el estado natural del servicio público que ejecutan. Todo ello se cuestionará solo según la trayectoria evolutiva de los hechos mostrados y pendientes de enjuiciar y del novelón clausurado. La sentencia pública, según lo que acontezca, será la que a su tiempo planteará qué hacer con la ‘Corona’.
Lo de meter a “El País” en este fregao para restregarle que si esto y aquello y lo de más allá, pues, vale, pero una cosa es criticar lo que no nos parezca correcto y otra desprestigiar en toda regla a un medio que nos saca bastante de la mediocridad general.