¿Recuerdan «Wall Street (1987)»?. Aquel método lo arrasó todo.
«Es la traición de la economía y de los economistas, la de cierta economía y la de ciertos economistas. Clérigos celosos de los conceptos destilados por su ciencia, se desentienden de los devastadores efectos de aplicarlos sobre los europeos de hoy, a quienes arrojan sin que les tiemble el pulso, soberbios en el baluarte inexpugnable de sus especulaciones teóricas, al paro, la miseria, el miedo y la desesperanza. Exactamente como, referido a la filosofía y a los filósofos, denunciaba Paul Nizan.»
Y a todos ellos, añadamos políticos de medio pelo faltos de escrúpulos que lo único que persiguen es su lucro personal o familiar. Caso de ‘La Cosa’ que, incomprensiblemente -tanto como lo que escribe- está en silencio. Con lo que le gusta hablar sin decir.
¿Quien controlará a las masas cuando se descontrolen?
Raúl Fernández Justo 10 agosto, 2012 en 5:10
La política es el arte de posponer,todo lo posible,la toma de decisiones(más aún si son acertadas). El papel que tienen los indignados es importante por lo que tiene de representación real de los intereses ciudadanos frente a una forma de ejercitar el poder otorgada a los políticos(con un dizque mandato de representación), que no se corresponde ya ni con los intereses generales,ni con la supuesta eficacia de un sistema(el democrático) sometido a durísimas pruebas(corrupción, prepotencia, intereses partidistas, autismo,personalismo presidencial…) en un contexto económico adverso. No tendría que ser así; el sistema democrático imperante debería ser resistente a toda clase de conflictos y cambios en los planteamientos ideológicos de los que ejercen el poder. En esencia, están los mecanismos necesarios para que haya un excelente funcionamiento de las instituciones democráticas.¿Qué es lo que falla? Falla la auténtica implosión (destrucción de dentro hacia afuera) practicada por un gobierno decidido a destruir todo cuanto se ha logrado construir durante décadas de arduos esfuerzos. La voz debe se escuchada, el sistema democrático tiene que ser defendido(porque es viable, imprescindible e insustituible). Pero todo tiene un límite. El PP lleva a la máxima tensión cada uno de ellos.
JM 11 agosto, 2012 en 21:40
No se le llamaba a esto: cambiar el sistema desde dentro ?
Un complemento en líneas de Ridao
http://elpais.com/elpais/2012/08/07/opinion/1344328493_891384.html
¿Recuerdan «Wall Street (1987)»?. Aquel método lo arrasó todo.
«Es la traición de la economía y de los economistas, la de cierta economía y la de ciertos economistas. Clérigos celosos de los conceptos destilados por su ciencia, se desentienden de los devastadores efectos de aplicarlos sobre los europeos de hoy, a quienes arrojan sin que les tiemble el pulso, soberbios en el baluarte inexpugnable de sus especulaciones teóricas, al paro, la miseria, el miedo y la desesperanza. Exactamente como, referido a la filosofía y a los filósofos, denunciaba Paul Nizan.»
Y a todos ellos, añadamos políticos de medio pelo faltos de escrúpulos que lo único que persiguen es su lucro personal o familiar. Caso de ‘La Cosa’ que, incomprensiblemente -tanto como lo que escribe- está en silencio. Con lo que le gusta hablar sin decir.
¿Quien controlará a las masas cuando se descontrolen?
La política es el arte de posponer,todo lo posible,la toma de decisiones(más aún si son acertadas). El papel que tienen los indignados es importante por lo que tiene de representación real de los intereses ciudadanos frente a una forma de ejercitar el poder otorgada a los políticos(con un dizque mandato de representación), que no se corresponde ya ni con los intereses generales,ni con la supuesta eficacia de un sistema(el democrático) sometido a durísimas pruebas(corrupción, prepotencia, intereses partidistas, autismo,personalismo presidencial…) en un contexto económico adverso. No tendría que ser así; el sistema democrático imperante debería ser resistente a toda clase de conflictos y cambios en los planteamientos ideológicos de los que ejercen el poder. En esencia, están los mecanismos necesarios para que haya un excelente funcionamiento de las instituciones democráticas.¿Qué es lo que falla? Falla la auténtica implosión (destrucción de dentro hacia afuera) practicada por un gobierno decidido a destruir todo cuanto se ha logrado construir durante décadas de arduos esfuerzos. La voz debe se escuchada, el sistema democrático tiene que ser defendido(porque es viable, imprescindible e insustituible). Pero todo tiene un límite. El PP lleva a la máxima tensión cada uno de ellos.
No se le llamaba a esto: cambiar el sistema desde dentro ?