A este pájaro le seguí yo en un par de campañas electorales en Galicia, para Cambio16. Y debo decir que la impresión profunda que me dejó, más allá de las anécdotas, del temperamento, de la verborrea, en lo más profundo de él: ERA UN CACIQUE. Por eso gobernó durante tantos años. La gente se le acercaba, sobre todo la población más mayor y más rural, y le pedía alumbrado para su calle, asfaltado, y cosas así. Como si fuera un dios. Es decir, un cacique, repito.