Es que me encuentro mejor y que ya me están tramitando el viaje a Cádiz para recoger el precioso Premio Agustín Merello que, gentilmente, me ha concedido la Asociación de la Prensa de dicha ciudad. Galardón que me viene al pelo para sacudirme estas tediosas semanas de espalda que he estado viviendo, y bien saben los dioses que no me quejo, porque hay quien está peor. Pero será estupendo pasar unos días a la luz y al viento del Atlántico, en el Sur que tanto amo, con amigos del Sur. No dejare de visitar museos, quiero admirar de nuevo los sarcófagos fenicios, las monedas. Y respirar anchuras.