Muy bueno:

“Es por la crisis”. La fórmula mágica que lo explica todo, no hay que añadir nada más. Si una empresa despide a cientos de trabajadores, es por la crisis. Si un ayuntamiento cierra un servicio público, es por la crisis. Si congelan el sueldo de los funcionarios o las pensiones, es por la crisis. Y si rescatamos a la banca, es por la crisis. No hay más que añadir.

Y sin embargo, siempre hay más que añadir. Mucho más. A veces, falta añadir todo, el “es por la crisis” no explica nada. Bajo ese “es por la crisis” suele haber decisiones previas que se aliaron con “la crisis”, que la agravaron, que hicieron imposible otra salida, o que directamente son en sí mismas “la crisis”.

Ahí está el caso de Panrico. Sus trabajadores se han plantado, han iniciado una huelga indefinidatras no cobrar la última nómina, y se enfrentan al despido de la mitad de la plantilla y rebajas salariales del 40%. Y frente a ellos, el fabricante del popular donut responde con las palabras mágicas: “es por la crisis”.

Es lo de tantas empresas -y emPRISA-, la codicia de los ejecutivos jodiendo el negocio. Leedlo completo en El Diario.