Pero en lugar de buscarle en Le feu follet, que es deprimente, o en Atlantic City, que me entraría la nostalgia, le busco en esta inocente y picante invención del strip-tease a cargo de Bardot-Moreau, en Viva María. Por cierto que Brigitte, habida cuenta del futuro que le aguardaba, habría podido quedarse tiesa después de rodarla.