En esa cama nunca dormí
Nos prestaron la suite media hora, para las fotos.
Nos prestaron la suite media hora, para las fotos.
La tela de la cabecera es inevitablemente mexicana. La colcha color burdeos que asoma debajo de ¡mi colcha!, es de seda adamascada adquirida, precisamente, en el bazar de un conocido del zoco El-Hamidiyya, de Damasco. Y los dos pequeños espejos de la pared: el redondo es de Beirut, el rectangular es de Aleppo. Et voilà.