En la muerte de Concha Caballero
No tenía idea de que estaba gravemente enferma, aunque me faltaba su voz, amablemente indignada, resuelta en opiniones inteligentes, en las tertulias de la SER que frecuentaba. A quienes no la conocisteis os digo que naveguéis por las páginas de El País en las que dejó su huella: aquí os dejo uno de sus artículos.