¡Hola, soy Diana Dial!
Me ha ocurrido algo impresionante. Como algunos de vosotros sabéis, nací como Encarna Alférez a finales de los ochenta, en mi aventura de seguimiento de Julio Iglesias titulada «¡Oh, es él!», pero me cambié el nombre al pasar a reportera después de haber sido redactora de seriales en la revista Acaso. También me corté el pelo y me lo teñí de más clarito. Elegí Diana Dial porque suena bien y dinámico. Por entonces los teléfonos tenían dial. Ring, ring, Diana al aparato, aló, aló, etcétera.
Pues bien, googleando esta mañana he descubierto que, en la realidad, ¡existe otra Diana Dial y es una asesina!
Se me ponen los vellos como verjas de catedrales.