Os pido unos jolidais

Os agradeceré muchísimo que me permitáis ponerme en stand by hasta el martes. Estoy cansadísima, y me refiero al cerebro, necesito rellenar las pilas con urgencia. Hoy escribo -¡por fin!- la última columna en El País, hasta el primer jueves de septiembre, y tengo la impresión de que soy una esponja seca. Aprovechando la invitación de unos amigos para pasar unos días en su casa de Salobreña, dedicada al dolce far niente, os ruego que me perdonéis si me piro por el foro. Hacedme el favor de usar este balcón, que es el vuestro, pues eso, como vuestro que es.

Abrazos y hasta la vuelta, descansadita.