Domingo dominguete
Voy a pasar el día con mi libro, en otro lugar, otro mundo, otro país, otro paisaje. Si acaso saldré para comer, pero con él en el bolso, una suerte de talismán.
Os dejo Mourir pour des idées, Brassens again. Y otra que a mí me parece extraordinaria, con letra de Louis Aragon, Il n’y a pas d’amour hereux, que me pone carne de gallina. Pues es bien cierto que todo amor lleva su pócima amarga, pero qué don de la vida, demonios, amar. Aunque el otro no exista, y uno se encuentre abrazado al humo.