Fum, fum, fum
Aquí tenéis el inicio de mi artículo de hoy:
Fue mala idea elegir las vísperas de Navidad. Cada vez que Rajoy aparece en la tele en estos días de su primer invierno en cuatro años, saliendo al portal de Moncloa para recibir a un colega, le veo retrocediendo, como si caminara hacia atrás. Concretamente, hacia la extinción parlamentaria, como si fuera una figura del Belén cuyo modelo real sucumbió hace mucho tiempo a las sacudidas del medio ambiente. Como un anacronismo. No es que me preocupe, mejor dicho, me preocuparía que se quedara como estuvo; sin embargo, me interesa el proceso de reducción política de un ser humano al que estamos asistiendo. Tiene su morbo.
Lo hallaréis entero en eldiario.es