Vengo de ver la ‘Carmen’

Pos sí. Con cabina telefónica, con coches, con enorme toro de Osborne. Pero está muy bien. Ha salido una producción ágil, entretenida. Lástima que la contralto (Béatrice Uria-Monzón) que hace de Carmen no dé la talla como cantante -aunque sí como actriz y bellezón- y que acabe pareciendo más bien una Leticia impertinente que una mujer libre y bravía. Roberto Alagno, muy bien. Pero lo que está realmente bien son los coros, muy bien vestidos y dirigidos, y la idea general del montaje, que es muy sixties. Porque sí, ese tipo de teatro se hacía en la Barcelona de la Companyia Teatral Adrià Gual y de Ricard Salvat. Sin ópera, pero con canciones: las de Kurt Weill-Bertoldt Brecht. En fin, muy buena noche he pasado. Me voy a la cama. canturrando la Habanera. Parampampán.