31 años de la masacre de Sabra y Chatila
Triste aniversario del inicio de los tres días que duró aquella sanguinaria vergüenza. Los cristianos libaneses asesinaron a civiles desvalidos, el Ejército israelí, a las órdenes de Sharon, vigiló para que nada saliera mal. Ignacio Cembrero entró con los primeros periodistas en los campos de refugiados del desastre. Suspalabras contienen el escalofrío de la inmediatez:
La población de los campamentos de refugiados palestinos en la capital libanesa, desprotegida desde la salida de los combatientes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha sido víctima de la primera gran matanza de centenares de civiles, en su mayoría mujeres y niños.
La matanza de centenares de palestinos indefensos ha sido perpetrada, según los indicios de que se dispone por el momento, en la noche del viernes al sábado, por milicianos del comandante libanés cristiano Saud Haddad, aliado de Israel, y con la complicidad pasiva del Ejército israelí, cuyos carros de combate y vehículos de transporte blindado estaban estacionados a tan sólo quinientos metros del lugar de los hechos.Varios periodistas que efectuaban a primera hora de ayer una gira para visitar las zonas de Beirut que resistieron estas últimas 48 horas a la invasión israelí y los campamentos palestinos bombardeados el viernes, situados en la periferia sur de la ciudad, descubrieron horrorizados en la entrada sur del campamento de Chatila los cadáveres de 63 personas, en su mayoría mujeres y niños, algunos recién nacidos, asesinados durante la noche.
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Los muertos no fueron menos de 2.000, posiblemente más. Quedaron paralíticos, ciegos, impedidos de toda clase muchos otros. Mujeres violadas. Aquí tenéis la crónica de La Vanguardia que, con motivo del 30 aniversario, publicó el año pasado. Y aquí, la mía, cuando el 20 aniversario.