Despertar con el ministro de la Fiesta Nacional
Seis y poco de la mañana y la voz del señor Wert -le concedo el señorío porque lleva traje- se cuela en mi oído mediante cortas ráfagas: «Lo que ustedes, usando un lenguaje anticuado, llaman pobres», «Lo que tienen que hacer los pobres es estudiar»… ¿Se puede imaginar una forma más atroz de despertar? Claro, hay una que es de cajón: despertar y que el señor Wert se encuentre en tu cama. Siempre pensé que el mini gran cuento de Monterroso estaba narrado en primera persona por la dinosauria: la pobre despierta, y Wert sigue allí.
En el tema de las nuevas becas, el ministro de Asuntos Taurinos y Escuelas Segregadas reprocha a sus acusadores que usen un término añejo, el de pobres. Bueno, ustedes los gobernantes están haciendo lo posible para que se vuelva a poner de moda. Denominémosles neopobres, si quiere. Igual que usted, señor Wert -sigo llamándole así por el traje- sería un neocon, en el sentido de ultra conservador y en el sentido neo (nuevo) y de con (usando la acepción coloquial francesa: más o menos, capullo).